12 diciembre, 2024 9:17 pm
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Informe climático del mes de octubre

El importante atraso en el comienzo de las lluvias de primavera puso una presión extra al mes de octubre. Lejos de intimidarse, el pasado mes respondió con creces en las provincias del centro y de alguna manera se hizo cargo de la estadística, la cual lo posiciona como un protagonista importante para un buen inicio de la campaña de granos gruesos.

Un fracaso pluvial del mes de octubre, hubiese puesto mucha tensión en este comienzo de campaña y el fenómeno de La Niña estaría en el nudo de las argumentaciones.

 

A esta altura podemos decir que el comportamiento pluvial del pasado mes ha sido más que satisfactorio en las provincias del centro, quedando el sur de la región pampeana afectado por la falta de precipitaciones, siendo el sudoeste de Buenos Aires y el sur de La Pamapa, la zona más perjudicada.

La zona central del sur de Buenos Aires, normalmente en octubre recibe entre 80 y 100 milímetros de lluvia. En el mapa de lluvia acumulada, se destaca un vasto sector, sensible a la producción triguera, con precipitaciones inferiores a los 50 milímetros con un núcleo central aun más seco. Desde la cuenca del Salado y hacia el norte, exceptuando el extremo noreste de Buenos Aires, las lluvias se van recuperando los acumulados, ingresando a las provincias del centro con predominio de marcas significativas. Este comportamiento se hace extensivo a gran parte del litoral y la zona

agrícola principal del NEA. Sobre el NOA las lluvias se mantuvieron irregulares, en general sin llegar a completar los valores normales.

La comparación de los registros de septiembre con los valores estadísticos (1973- 2010), define a gran escala como ha llovido en el país. Aparece muy claro el núcleo seco de la provincia de Buenos Aires, que rápidamente se transforma en sobreoferta de lluvias en las provincias del centro. Sobre el norte del país y sin poder considerarse un comportamiento demasiado extraño para la época, la sobreoferta de agua tendió a ubicarse sobre el este, profundizándose la escasez de precipitaciones a medida que nos desplazamos hacia el oeste.

El comienzo de noviembre ha presentado una respuesta muy favorable a las demandas hídricas del sur de la región pampeana. Si bien, en general no se han revertido por completo las deficiencias que dejó octubre, el panorama se presenta con mejorías. Del centro para el sudoeste la demanda era aún mayor dado que septiembre también había recibido lluvias muy pobres. En consecuencia estas precipitaciones eran muy esperadas y alivian la definición de la fina, aunque es muy probable que muchos trigales hayan perdido potencial. Hacia el sudeste de Buenos Aires, el mejor nivel de reserva, salvaguardó la evolución del trigo y la cebada, sin que esto cultivos deban sufrir los embates del bimestre seco que padeció el sudoeste.

Durante octubre las temperaturas extremas mostraron un predominio de desvíos negativos. Este efecto se notó más en las temperaturas máximas, principalmente en Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y este de Córdoba, donde posiblemente la alta frecuencia de jornadas con coberturas nubosas haya contribuido a configurar este patrón térmico, el cual se extendió también en el resto del país, pero de manera menos marcada. En resumen, salvo jornadas puntuales, octubre presentó máximas confortables a frescas.

Del centro para el sur de Buenos Aires se observaron las anomalías frías más destacadas en las temperaturas mínimas. Sobre el final del mes el sudoeste de la provincia presentó varios amaneceres con heladas. La mayor parte de ellas débiles y de corta duración.

Muy posiblemente, los suelos secos de la zona hayan favorecido el afianzamiento de los enfriamientos en el sector.

CCA

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