La cifra de empleados es récord en el Congreso
Llegará a 12.400; en 2007 eran 10.900.Cuatro años atrás, el plantel tenía 1500 empleados menos. Es la mayor cifra desde 1993, según un informe que elaboró el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina.
Diputados y senadores parecen no conocer la palabra ajuste. El año próximo el presupuesto del Congreso trepará a casi 2400 millones de pesos, un 192% de aumento al cabo de cuatro años de gestión de la presidenta Cristina Kirchner.
Al ritmo de ese aumento, las cámaras de diputados y senadores incrementarán su dotación de personal en 2012 hasta llegar a la cifra récord de 12.412 agentes, según consta en el presupuesto que se debate en el Congreso.
Cuatro años atrás, el plantel tenía 1500 empleados menos. Es la mayor cifra desde 1993, según un informe que elaboró el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal).
Además, los legisladores incorporaron, discretamente, mayores gastos para el año próximo, en especial becas, subsidios y las pensiones graciables que ellos reparten.
Semejante aumento en el gasto y en el personal no van al mismo ritmo de la tarea de sancionar leyes. Según las estadísticas oficiales del Congreso, hasta el mes pasado diputados y senadores aprobaron sólo 47 normas, muy por debajo del promedio de la última década (110). Como nunca antes, la campaña electoral paralizó este año la actividad parlamentaria.
Las planillas del presupuesto legislativo arrojan un sinnúmero de datos y cifras para el asombro. En primer lugar, la magnitud del gasto: el aumento de 192% en cuatro años supera largamente la cifra de inflación promedio de las provincias acumulada en ese mismo período, la cual ronda el 113%. Ni qué hablar si se la comparara con el índice oficial -mucho menor- que estima el Indec.
Sin embargo, parece que a los legisladores estos $ 2400 millones que demandará el Congreso el año próximo no les resultan suficientes. De otra manera no se explicarían los 55 millones extras que los diputados decidieron sumar a la partida, 40 millones para la Cámara baja y otros 15 millones para el Senado, para atender “gastos de funcionamiento”. Esta fue una de las modificaciones que incorporaron al texto oficial los diputados oficialistas -con la tácita anuencia de la oposición- en la Comisión de Presupuesto, hace 15 días. Pero éste no fue el único “refuerzo”: también se dispuso que los montos a cobrar por pensiones graciables aumenten en un 30% para las que distribuyen los senadores y en un 70% para las de los diputados.
Todas estas novedades figuran en el dictamen del proyecto de presupuesto que se discutirá en ambas cámaras el mes próximo.
Más datos para la polémica: uno de los rubros que más aumentaron dentro del presupuesto del Congreso fue el de pasajes y viáticos de los legisladores. En cuatro años creció nada menos que un 885%; en 2012 la partida trepará a los $ 91.923.741, casi $ 280.000 anuales por cada diputado y senador. Quienes conocen los corrillos parlamentarios saben que parte de esos fondos pueden servir para engrosar informalmente las dietas de los legisladores, ya que si éstos lo desean pueden canjear los pasajes que no se utilicen por dinero en efectivo.
Becas y subsidios
Los beneficios no quedan allí: cada diputado y senador tiene asignado un monto anual para otorgar becas y subsidios a aquellas personas u organismos que considere que los necesitan. Pues bien, la partida correspondiente también subió de manera exponencial: salta de $ 2,5 millones en 2008 a poco más de $ 10 millones en 2012: un 300% de aumento.
Además, los diputados incorporaron como refuerzo otros $ 12 millones para las becas y subsidios que distribuyen. ¿Quiénes son los beneficiarios? Imposible saberlo: a diferencia del Senado, los últimos datos que figuran en la página web de la Cámara baja datan de 2008. Tampoco se publica allí qué diputados son los otorgantes, un dato clave para despejar sospechas sobre eventuales incompatibilidades.
Cómo se ejecutan los gastos parlamentarios, cuántos legisladores cumplen viajes oficiales al exterior y por qué motivos, cuánto gastan en esos viajes, cuál es la dieta real de los senadores y diputados, quiénes son los que distribuyen las becas y los subsidios en la Cámara baja resultan enigmas inescrutables dentro del agujero negro en el que se ha convertido el Congreso, sobre todo la Cámara de Diputados.
Todo funciona allí como una cofradía en la que oficialistas y opositores hacen causa común para mantener un velo de opacidad sobre los gastos, impidiendo el acceso de periodistas y organismos de control no gubernamentales a los datos sobre las distintas erogaciones operativas de la Cámara baja. Toda una paradoja en un cuerpo como el Congreso, cuyo deber constitucional es controlar a los demás estamentos del Estado. Eso sí, evita controlarse a sí mismo.
“En los años que trabajo en la Auditoría General de la Nación (AGN), los legisladores jamás propusieron al Congreso para que sus cuentas sean auditadas. En cambio, el Poder Judicial sí solicitó nuestro control y el Poder Ejecutivo forma parte de nuestra tarea cotidiana. El único que no es controlado es el Congreso”, admitió, en estricta reserva, una alta fuente de la AGN.
La biblioteca, otro sector favorecido
La Biblioteca del Congreso de la Nación, reconocida como una de las más importantes de todo el país, estará entre las grandes beneficiadas por el presupuesto de gastos previsto para 2012: con un plantel de 1200 empleados, recibirá una partida de más de 288 millones de pesos, un 51% de aumento respecto del año pasado. En cambio, otra de las bibliotecas más encumbradas del país, la Biblioteca Nacional, no gozará de tanta suerte: con 201 empleados en su planta, su presupuesto para el año próximo será de poco más de 91 millones, tres veces menos que la del Congreso.
Sin subsidios, igual se importará gas
A pesar de la quita de los subsidios al consumo de electricidad y gas, la Argentina terminará el año con un déficit comercial energético. La decisión de reducir los beneficios causará un alivio en las cuentas fiscales, pero no resolverá el déficit del sector, que llegará a US$ 3500 millones anuales.
RecintoNet