La deuda vial interna de la provincia de Entre Ríos

La postergación que adolece la red vial provincial puede medirse en términos de décadas, y ha impactado tanto en sus comunidades rurales como en sus actividades productivas. Este retraso puede apreciarse en el estado de las trazas y sus obras de arte, en caminos primarios, secundarios y accesos. Una política vial estratégica, integral y efectiva es indispensable para saldar la deuda vial interna que dejó el postergado desarrollo social y económico de la provincia.
Treinta años sin un interés político cierto en una red vial por lo menos digna ha menguado la productividad de sus economías, y ha espantando cualquier inversión o reinversión, a la vez que ha diezmado el empleo, y ha degradado los servicios de educación, salud y seguridad, para terminar reduciendo la calidad de vida de todos los entrerrianos.
En otras palabras, la ausencia del Estado en obras y mantenimiento ha librado el territorio a su suerte, ha privado a sus comunidades de su desarrollo social y económico, y las ha condenado a un retraso crónico.
Desde rutas detonadas, caminos secundarios totalmente borrados, hasta caminos primarios erosionados más de un metro y medio por debajo de los alambrados, todos intransitables los días de lluvia y los posteriores, desde puentes caídos o en crisis hasta alcantarillas desmoronadas, tapadas o ausentes, entre tantas otras cosas, son dolencias comunes a lo largo y ancho del territorio entrerriano.
Para una solución sustentable y definitiva a esta situación, el Estado debe partir de la realidad de la red actual y planificar una nueva, comprendiendo que la provincia tiene una topografía coherente con su nombre, razón por la cual cualquier replanteo debe estar acompañado por un sistema de escurrido y desagüe eficiente que la proteja.
A este efecto, cualquier planificación debe contar con el trabajo conjunto de las direcciones provinciales de Vialidad e Hidráulica, a la vez que, en la coyuntura actual, es indispensable la participación de los privados, de modo de poder, entre todos, recomponer la red vial y restaurar los servicios de transportes de carga y pasajeros, redimensionar las redes de energía eléctrica y de conectividad, recuperar la inversión, y volver a la senda del desarrollo.
Un claro ejemplo de la degradación vial sufrida en el interior entrerriano es la Ruta Provincial N°6 en en centro de la provincia, una cinta asfáltica absolutamente dinamitada que obliga a transitarla a paso de hombre y arruina los vehículos de los desprevenidos.
Situación actual en Gualeguay y alrededores
En lo particular, el Departamento Gualeguay sufre una situación particularmente complicada debido a su geografía mayormente baja, hoy agravada por décadas de
negligencia estatal. A los efectos de cuantificarla, del diálogo con distintos actores de la política, de la seguridad, de la producción, de la educación, del transporte y de la salud, surge el siguiente detalle como síntesis de la deuda vial interna en esta región.
De las consultas surgen prioritarias las siguientes obras:
•Camino del Consorcio entre Gualeguay, Octavo Distrito y Séptimo Distrito: Calzada, puente sobre el arroyo Clé, otras obras de arte, accesos desde Ruta Provincial N°11 a Punta del Monte y al Séptimo Distrito, y mantenimiento.
•Camino desde Ruta Nacional N°12 a La Calera: Calzada, puente sobre el arroyo San Simón, otras obras de arte y mantenimiento.
•Ruta Provincial N°19, desde General Galarza hasta Laguna del Pescado: Calzada, obras de arte y mantenimiento.
•Ruta Provincial N°15, Camino de la Costa, desde Ruta Provincial N°12 en el Primer Distrito hasta el Cuarto Distrito: Calzada, obras de arte, acceso a Aldea Asunción, y
mantenimiento.
•Camino de la Costa (Gualeguaychú) desde Enrique Carbó hasta Talitas: Calzada, obras de arte y mantenimiento.
•Camino Gualeguay González Calderón: Calzada, obras de arte y mantenimiento.
•Camino de los Mandarinales desde Ruta Provincial N°11 hasta camino a González Calderón: Calzada, obras de arte y mantenimiento.
•Acceso a Estación Lazo desde Ruta Nacional N°12: Calzada, obras de arte y mantenimiento.
La cuestión hidrológica en la zona
En lo que respecta al escurrido y desagües de aguas pluviales, sistema fundamental, sino vital, para la sustentabilidad de todo camino que conviva con nuestros ríos, arroyos y zanjas, referentes advirtieron sobre la importancia de que cualquier obra que se planifique debe ser acompañada del adecuado acondicionamiento del flujo hidrológico natural con el que conviva.
En ese mismo sentido, los distintos referentes coincidieron en la necesidad urgente de concretar la limpieza y mantenimiento regular del arroyo Clé, y
de los zanjones de Mihura y de Hugo.
Una salida cajoneada
Desde el 2016, un proyecto, autoría del legislador Esteban Vitor, apuntaba a definir un marco legal para que particulares y Estado pudieran asociarse tanto para realizar mejoras en los caminos como para llevar adelante su mantenimiento. El legislador del Pro insistió con esta iniciativa hasta el 2022, cuando, al igual que muchas otras, ésta quedó archivada en algún cajón de la administración provincial.
Conclusión
Según se desprende de lo expuesto, sería necesario y urgente la incorporación de la Dirección Provincial de Hidráulica a cualquier proyecto que se encare
desde la Dirección de Vialidad Provincial, de modo que quede garantizada la
sustentabilidad hidrológica de la obra, y avanzar en la elaboración de un plan estratégico que reestructure ambas direcciones, contemplando el concepto de Consorcios Camineros.
A partir de eso, planificar las obras según las prioridades del caso asegurando que sean concretadas de forma perdurable, y que su mantenimiento garantice esa perdurabilidad.
Norman Robson para Gualeguay21