La juventud que piensa…
En el día de ayer, el colega Horacio Palma publicó un escrito de la estudiante gualeya Tatiana Enrique donde ésta joven desnuda la injusta realidad se quienes asumen el sacrificio de capacitarse para ejercer la docencia.
Viernes.
Estoy en la cola para despachar el bolso. Hoy me toca volver a Gualeguay.
Tengo una sensación rara. No quiero estar en Paraná pero tampoco me quiero ir…
Quizás sea porque estoy pensando en los días que se vienen.
En dos semanas termina el año académico. Mi tercer año académico en Paraná.
Mi tercer año de alquileres, de apuntes, de estar lejos de mi casa.
Mi tercer año de arroz blanco, de perderme la comida de los domingos.
Mi tercer año de vida de estudiante.
Viernes.
En un intento de organización (y motivación) de estas cuestiones me puse a contar las materias que tengo aprobadas. Al día de la fecha son veintitrés y, si el año termina como espero que termine, el número se iría a treinta y cinco.
¿Qué estudio?
El Profesorado en Música, una carrera que tiene sesenta y dos materias y en los papeles dice que eso lleva cuatro años.
Sábado.
En el cuarto mate que me cebo mientras hojeo un diario de hace unos días atrás me encuentro con cierto título.
“TITULARIZARAN TODOS LOS DOCENTES DE SECUNDARIA INGRESADOS A DICIEMBRE DE 2011”.
Lo miro. Pienso. Lo sigo mirando. Hago cuentas… sesenta y dos, veintitrés, treinta y cinco, tres años…
Suspiro.
Sábado.
Hay algo que quizás muchos no sepan.
Escasean (por no decir no hay) Profesores de Música que tengan título.
¿Que quienes son los que están dando clases en las escuelas?
Personas con títulos habilitantes, títulos supletorios, idóneos.
¿Que qué es todo eso?
Son personas que se presentan a los concursos docentes y los ganan con papeles que acreditan (en el mejor de los casos) que saben, por ejemplo, tocar algún instrumento o algunas danzas…
No, no estoy inventando cosas. Estas cosas pasan. Ahora pasan.
Al no haber Profesores de Música estas personas acceden muy fácilmente a los cargos docentes y se paran frente a veinticinco, treinta, cuarenta chicos sin haber pasado jamás por un ámbito de formación docente ya sea terciario o universitario.
“TITULARIZARAN TODOS LOS DOCENTES DE SECUNDARIA INGRESADOS A DICIEMBRE DE 2011”.
Los títulos habilitantes sólo necesitan acreditar dos años en el cargo.
Los supletorios tres años y los idóneos cuatro.
Ahí está.
Van a titularizar “masivamente” a todas esas personas.
Van a dejar la educación de los /de sus/ de nuestros gurises a cargo de gente a la que nunca se le ocurrió formarse para eso.
Sábado.
“TITULARIZARAN TODOS LOS DOCENTES DE SECUNDARIA INGRESADOS A DICIEMBRE DE 2011”.
Miro el artículo sin leerlo. Ya sé lo que me va a contar. Conozco la historia.
Suspiro y no sé si es por bronca, por resignación o todo junto.
Mi carrera está pensada para cuatro años. (Lo mismo que tiene que acreditar un idóneo)
Yo llevo tres y todavía no llegué a la mitad.
Tres años… Lo mismo que tarda un supletorio en titularizar…
¿Y yo qué hago con las materias que estoy cursando, con las que me falta cursar y con las que ya cursé si hay gente a la que se le está permitiendo acceder a los cargos para los que yo estoy estudiando?
¿Por qué sigo perdiendo el tiempo cursando sesenta y dos materias, cuando ya podría estar dando clases, ganando plata y ahorrándome un montón de problemas?
¿Para qué estudio en síntesis?
Sé y creo en la respuesta a esas preguntas que me sobrevuelan desde hace tres años pero aún así no puedo dejar de hacérmelas constantemente.
No sé exactamente de quien es la culpa de estas cosas. Es un círculo vicioso.
No estoy en contra de las personas que no tienen formación porque al fin y al cabo son “los que nos cuidan los cargos” ya que sin ellos y sin docentes se cerrarían.
Estoy en completo desacuerdo con que se las titularicen sin esa formación. Si no son docentes, si no estudiaron para eso, ¿por qué el sistema les permite titularizarse? ¿Acaso alguien puede ejercer como médico, abogado, ingeniero, psicólogo, arquitecto, etc. sin serlo?
No entiendo.
Sábado.
“TITULARIZARAN TODOS LOS DOCENTES DE SECUNDARIA INGRESADOS A DICIEMBRE DE 2011”.
Suspiro. Otra vez.
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