La seguridad de los chicos en el autoestá pendiente
Según un estudio realizado en Capital Federal, apenas el 21% de los chicos viaja en el asiento de atrás y con el cinturón de seguridad puesto. El 19% lo hace adelante, suelto o en brazos. Sólo el 16% usa las butacas adecuadas.
La Asociación Civil Luchemos por la vida observó mediante un relevamiento el comportamiento de los mayores para con la seguridad de sus hijos pequeños dentro del automóvil.
El mismo arrojó un alarmante resultado: el 19% de los chicos viajaban sueltos o en los brazos de sus padres en los asientos delanteros. Del 81% restante, entre chicos de entre 4 y 10 años viajando atrás, sólo el 21% llevaba el cinturón de seguridad colocado. Y apenas el 16% de los menores de 4 años estaba en una silla especial.
El estudio consistió en visualizar 796 casos, que incluyó una encuesta a 420 padres. El 86% dijo que en sus autos tenía sillitas para sus hijos menores de 4 años y el 97% aseguró que las usaba. Mientras, el 70% afirmó que sus hijos de entre 4 y 10 años siempre viajaban en la parte trasera del auto y con el cinturón de seguridad.
El Código de tránsito porteño establece que en los autos los menores de cuatro años deben estar sujetos a un dispositivo de retención infantil. Y establece multas de $120 a $1.200 para los infractores. La recomendación es que, hasta los seis meses del bebé, la silla debe estar colocada mirando hacia atrás. También está prohibido transportar en los asientos delanteros a menores de 12 años, mayores de esa edad que midan menos de 1,20 metros, o niños en brazos. Mientras, la Ley Nacional de Tránsito ordena que los menores de 10 años deben viajar en los asientos traseros.
Según un estudio del CESVI, las sillitas de retención infantil reducen las lesiones en accidentes de tránsito hasta en un 70%. En Luchemos por la Vida, explican que cuando una persona viaja en auto, su propio cuerpo se desplaza a la misma velocidad del vehículo. En caso de una detención brusca, todo lo que no se encuentra atado, sigue su viaje hacia adelante y sólo se detiene cuando choca contra algo, ya sea el asiento delantero, el parabrisas o el asfalto. Si un auto que circula a 50 km/h choca, los cuerpos de sus ocupantes siguen moviéndose a esa velocidad y son impulsados hacia adelante por una fuerza que equivale a 40 veces su peso . Si no están atados, pueden salir eyectados del vehículo y su probabilidad de morir aumenta seis veces.
Infobae