Lo de anoche es vergonzoso

Anoche, nuestro sublime espacio democrático, aquel donde el debate franco y bienintencionado debería ser el protagonista, se vio invadido por una horda de seudomilitantes, unos contratados y otros meros matones, citados con la sola intención de amedrentar a los ciudadanos, trabajadores, ediles y periodistas presentes que eran antipáticos al régimen errista.
Anoche, nuevamente quedó en evidencia la intolerancia que caracteriza a la gestión de Luis Erro, quien, al ver que una docena de trabajadores comerciantes pretendía expresarse legítimamente en el ámbito adecuado, convocó con carácter de urgencia a todo su séquito de obsecuentes para copar el recinto y amedrentarlos.
Pero anoche lo incorrecto y violento no se circunscribió exclusivamente a la horda de militantes, sino que invadió las mismas bancas del bloque oficialista, desnudando la hipocresía de quienes rindieron honor a la democracia cuando constantemente lideran el abuso del sistema democrático para imponer los caprichos corruptos del Poder Ejecutivo.
Pero anoche lo incorrecto y violento no se quedó en la hipocresía, sino que avanzó hacia la mera mentira pretendiendo justificar lo injustificable de incumplir los plazos de presentación del presupuesto 2014.
Pero anoche lo incorrecto y violento fue por más cuando la pasión vandálica del bloque oficial exigió, entre ignorante y atrevida, las disculpas públicas por una transgresión, cuando su delito penal aun está impune.
Y siempre, desde el fondo del recinto, la popular y bulliciosa presencia oficialista hacia sentir su amedrentadora presencia con consignas y canticos.
Inaceptablemente vergonzoso.
Inaceptable y vergonzosa la presencia de la violenta represión de lo distinto.
Inaceptable y vergonzoso el discurso del impune atropello.
Inaceptablemente vergonzoso.
E intolerable.
Hoy ya no se pueden tolerar los atropellos de la mafiosa y totalitaria gestión disfrazada de gobierno del pueblo.
Hoy es tiempo de hacernos cargo de la bestia y salir a defender con uñas y dientes el bastión democrático del Honorable Concejo Deliberante contra el avance represivo del totalitarismo moderno.
Hoy los gualeyos no podemos permitir más que una banda de inescrupulosos e irrespetuosos malvivientes avasalle su desangrado patrimonio político institucional despreciando compulsivamente la ley en cada uno de sus actos de gobierno.
Hoy es tiempo de reconocer que están agotadas las instancias de tolerancia, hoy están vaciadas las paciencias, hoy el ciudadano gualeyo está obligado a debatirse entre la resignación y el sometimiento.
Hoy, queramos o no, podamos o no, nos guste o no, es tiempo de revelarse contra la injusticia blandiendo nuestros legítimos derechos.
Norman Robson para Gualeguay21