Más allá de la historia oficial
Un día como hoy, hace 203 años, Mariano Moreno fundaba la Gazeta de Buenos Aires, primer medio de prensa libre de nuestra patria. Apenas unos meses después, Moreno fallece
envenenado en alta mar.
¿Había libertad de prensa en aquel entonces?
Definitivamente la había, para algunos, pues consta en los anales que Moreno, director de la Gazeta, publicaba de acuerdo a sus criterios independientes y al compromiso asumido con la patria, pero olvidan que esas publicaciones, finalmente, le costaron la vida.
Ya en el siglo XX, durante los procesos militares, no había libertad de prensa, y quienes pretendieran insinuar cierta independencia y compromiso rápidamente desaparecían de la faz de la tierra.
Ahora bien, ya en el siglo XXI, en plena democracia nacional y popular, muchas bocas se colman de ponderaciones hacia la libertad de prensa reinante.
¿Hay hoy libertad de prensa?
Para muchos, recordando que en este país cualquiera dice lo que se le da la real gana, en la Argentina existe una libertad de prensa que no tiene precedentes.
¿Es así?
Analicemos el término “libertad de prensa”. Al decir libertad se dice que no hay condicionamientos, y al decir prensa se habla de publicar, de comunicar.
O sea, la libertad de prensa implica poder comunicar sin condicionamientos.
Ahora bien, quienes día a día dirigimos un medio de prensa independiente y comprometido sufrimos continuos y variados avasallamientos que atentan contra el ejercicio de nuestra libertad de prensa.
¿Por qué?
Porque la distribución arbitraria de la publicidad estatal hacia los medios simpáticos, y no hacia quienes no son funcionales, atenta contra la libertad de prensa.
Porque la pretensión del estado y de alguna gran empresa anunciante de digitar los contenidos, so pena de retiro de publicidad, atenta contra la libertad de prensa.
Porque la distribución arbitraria de la información pública solo hacia los medios funcionales atenta contra la libertad de prensa.
Porque la solicitud a un medio pretendiendo el despido de un periodista, so pena de retiro de publicidad, atenta contra la libertad de prensa.
Porque el compulsivo e infundado descrédito de periodistas que no son funcionales a los intereses de la gestión atenta contra la libertad de prensa.
Por lo tanto, si podemos corroborar que todo esto ha ocurrido y ocurre, podemos asegurar que acá no existe ninguna libertad de prensa.
Durante el proceso del 76, quienes pretendían ser independientes lo pagaban con la vida. No había libertad de prensa.
En la actualidad, quienes pretenden ser independientes son atacados en su legítimo sustento económico comprometiendo su existencia. No hay libertad de prensa.
Por último, cabe recordar que la legislación vigente en todo el territorio argentino garantiza la libertad de prensa, el libre acceso a la información pública, la equitativa distribución de la publicidad del estado, y la no discriminación por sexo, credo, raza o ideología política, pero son las gestiones de gobierno las que reniegan de estas leyes para imponer sus mezquinas pretensiones.
Por lo tanto, basta de hipocresías. Hoy no hay libertad de prensa.
Norman Robson para Gualeguay21
Esto está dedicado a un gran tipo, destacado profesional y ejemplar ciudadano, pero que no sabe lo que implica dirigir un medio comprometido e independiente en estos tiempos que corren