Megaoperativo policial en el Barrio 80 Viviendas: Tranquiliza pero no resuelve
Desde la Jefatura Departamental Gualeguay de la Policía Entre Ríos informaron esta mañana sobre un importante operativo realizado en el Barrio 80 Viviendas y en una vivienda de calle Vilar, el cuál arrojó resultados positivos en cuanto a detenciones, recolección de pruebas, y secuestro de armas de distinto tipo. La medida judicial surgió en el marco de los hechos ocurridos en esa vecindad en las últimas semanas, el cual tuvo siempre de protagonistas mayoritarios a menores. Si bien los resultados fueron positivos, el problema de fondo sigue sin ser resuelto.
En la mañana de hoy miércoles, desde las 6:30 horas, tuvo lugar en el Barrio 80 Viviendas, y en un domicilio de calle Vilar, en inmediaciones del Cementerio Municipal, un importante operativo policial con la participación de medio centenar de uniformados y una decena de móviles. Fueron parte de esta operación las divisiones de Investigaciones, Toxicología y Minoridad, las comisarías Primera y Segunda, el GEPER, y el 911. Se trató de 7 diligencias judiciales de allanamiento y requisa domiciliaria ordenadas por la Fiscalía local para ser ejecutadas en simultáneo.
Según la información suministrada por la propia fuerza, éste operativo respondió a los últimos hechos ocurridos en el Barrio 80 Viviendas.
Cabe recordar que, a primera hora de la mañana del pasado domingo, en el Barrio 80 viviendas, se produjeron disturbios entre vecinos del lugar, quienes no solo se enfrentaron a piedrazos, sino que se intercambiaron bombas molotov y disparos de armas de fuego. Al hacerse presente la Policía, logró controlar la situación, y, por orden de la fiscal en turno, se procedió a detener a 3 sujetos y secuestrar una tumbera, un revolver calibre 22, 2 bombas Molotov, 1 machete, 2 chuzas, municiones varias, y marihuana. Otros hechos similares habían ocurrido días antes.
Como resultado del operativo de hoy, se procedió a la detención de 5 masculinos, todos mayores de edad, y a la identificación de 2, uno de ellos oriundo de la provincia de Buenos Aires, quienes se hallaban en los domicilios allanados. Del mismo modo, se procedió al secuestro de un revolver calibre 30, una pistola de aire comprimido, otra calibre 22, armas blancas de todo tipo, una notebook, teléfonos celulares, y municiones varias.
Del mismo modo, al igual que en casos anteriores, se encontró, y se secuestró, marihuana y distintos elementos para su fraccionamiento y distribución, lo que podría significar una violación a la ley de narcomenudeo.
Por último, en el domicilio de calle Vilar se procedió al secuestro de elementos relacionados a la causa, y a la detención de un sospechoso que hacía menos de una semana que había salido de la Unidad Penal local al cumplirse su condena. Cabe señalar que en esa vivienda también vive el hermano de éste, un menor de edad conocido por sus violentas fechorías, y vinculado con muchos de éstos hechos.
De este modo, al igual que se hizo en los barrios Islas Malvinas, 150 Viviendas, y otros de la periferia, la Policía logra neutralizar los distintos brotes de violencia que surgen, y llevar paz a los vecinos, aunque sea temporalmente, pero no logra resolver el problema de fondo: la impunidad infantojuvenil por inimputabilidad.
Los disturbios entre vecinos de referencia son, en realidad, enfrentamientos entre bandas infantojuveniles disputándose territorios y el mercado de narcóticos. La mayoría de los protagonistas de estos disturbios, al igual que de muchos delitos comunes, son menores de edad, soldados alistados por el negocio del narcomenudeo.
Estos niños y adolescentes, en muchísimos casos desbordados por el consumo excrsivo de drogas, lo cual los lleva a delinquir y a la violencia, cuando son detenidos por la Policía, la Justicia los devuelve a la calle, excusándose en su minoridad, y dando por tierra los esfuerzos de la Policía por llevar paz a los territorios.
Ahora bien, en términos de responsabilidades, lo cierto es que si bien éstos menores son inimputables ante la ley, también lo es que se trata de sujetos de derechos vulnerados por la droga a los que la Justicia tiene el deber de proteger, primeramente retirándolos de las calles, y, luego, de la droga, para su rehabilitación y posterior reintegración social.
Lamentablemente, todos estos operativos serán solo parches inútiles y temporales que no resuelven el problema de fondo, el cual solo se solucionará cuando la Justicia se haga cargo de sus deberes y responsabilidades actuando, y obligando a actuar, según lo establece la ley, en particular la 9861.
En el articulo 1 de esta ley, el Estado reconoce que la misma “tiene por objeto la protección integral del niño, el adolescente y la familia en el territorio de la Provincia de Entre Ríos a fin de garantizar el goce y el efectivo ejercicio de los derechos y garantías que les son reconocidos en el ordenamiento jurídico nacional y en los tratados internacionales sobre derechos humanos”, a la vez que promete que “adoptará todas las medidas administrativas, legislativas, judiciales y de cualquier índole que correspondan hasta el máximo de los recursos disponibles para dar plena efectividad a tales derechos”.
Norman Robson para Gualeguay21