Mujeres sufren el terror de una banda umbanda
Una violenta y temeraria banda dedicada a la droga y a la extorsión, entre tantas otras cosas, bajo la fachada de un templo umbanda, fue desbaratada por la policía días atrás, pero todos sus integrantes, a pesar de los antecedentes que acreditaron su peligrosidad, ya se fueron a su casa, la mitad libre y la otra mitad con prisión domiciliaria (como libres). Como la causa se funda en los testimonios de las víctimas, éstas, y sus familias, son aterrorizadas por la banda y allegados. Una violenta historia de terror.
Días pasados causó estupor el accionar de una banda de seguidores del culto umbanda dedicada a un amplio espectro de crímenes, los cuales van desde el comercio de drogas, al préstamo ilegal y la extorsión, tal vez pasando por la prostitución infantil y el sacrificio de animales en rituales. Dos miembros ya estaban cumpliendo domiciliaria por narcomenudeo.
Al quedar libre la mitad de la banda, y la otra mitad casi libre en su casa con prisión domiciliaria, en la noche del viernes estallaron las amenazas contra las denunciantes. Frases como “del tiro en la frente no te vas a salvar”, “agadecé que te cuidan el culo porque ya no estarías viva”, y “el accidente que vas a tener”, son ejemplos de los mensajes recibidos por cada una de las denunciantes.
Para conocer todo esto de prinera mano, Gualeguay21 se reunió con ellas.
La reunión
El cronista llegó a la hora convenida. Ellas hicieron un esfuerzo en sonreir y lo invitaron a sentarse. Trataron de romper el hielo, pero fue imposible. De a poco comenzaron a contar cada una su historia. Sus miradas, el temblor de sus manos, sus reacciones ante cualquier ruido a sus espaldas, o un mensaje en el celular, puso en evidencia el terror que las invadía. Confesaron que temen salir de sus casas. Muchas ya sufrieron ataques de parte de la banda y, por ello, tienen que estar medicadas. Ellas, las víctimaa denunciantes, son más de una docena.
A lo largo de la charla describieron la banda que las desvela y cuyos detalles están en la Justicia. Se trata de un grupo de más de diez personas avocadas al préstamo ilegal, a distribuir drogas y a la extorsión, ésto último entrampando hombres en la prostitución VIP de menores, estafando mujeres solas obligándolas a firmar pagarés en blanco, o, directamente, abusándose de mujeres o adultos mayores solos. Algunas de las denunciantes nunca sacaron un crédito.
Cuentan que una mujer de 52 años y sus dos hijas mellizas de 23 lideran la banda, pero advierten que los registros sobre sus variados delitos datan del 2010, cuando llegaron a Gualeguay desde San Lorenzo. Desde entonces, son muchas las entradas a las Jefaturas tanto de acá como de Gualeguaychú, por una amplia variedad de delitos. Las propias víctimas dieron fe de eso en Tribunales de acá.
Pero no están solas. Las acompañan, aparte del novio de una de las chicas, el cual ya estaba con domiciliaria, un policía que sigue en funciones como si nada, unos colombianos que están sueltos, una docente que regentea el templo, otros partícipes de probada actuación que tampoco han sido encarcelados, y unos familiares llegados hace poco de Santa Fe. Todos umbandas. Es más, los mensajes apremiantes son de celulares con códigos de área de Santa Fe y Buenos Aires.
El problema es que, aunque les hayan dictado la prisión domiciliaria, ésta no es con tobilleras, ni con ningún dispositivo que alerte sobre la violación de la medida. Solo deben atender al patrullero que pasa ocasionalmente unas veces por día “para ver si están”, y después hacer lo que se les venga en gana.
Es lógico el terror de las víctimas. Una de ellas, hace cinco años atrás, fue sorprendida en un colectivo y la molieron a golpes, a otra la encañonaron con una nueve, a un hombre le incendiaron el auto, a otra la emprendieron contra su madre.
Según cuentan, la mujer con sus niñas de 10 años llegaron a Gualeguay allá por el 2010 y, a los pocos años, la sociedad ya sabía de ellas. Sus primeras fechorías fueron de mecheras en comercios, y, rápidamente, se habrían prostituido con ocasionales clientes para luego extorsionarlos. Desde un principio, el denominador común en su accionar se caracterizó por la violencia.
Ver nota de Gualeguay21 en 2013: https://gualeguay21.com.ar/sociedad/inescrupulosa-madre-utiliza-sus-hijas-menores-como-mecheras/
Sin lugar a dudas, de todos sus delitos, la extorsión se ha convertido en su fuerte, y no tienen escrúpulos a la hora de dañar. El amenazar, para ellas, es moneda corriente.
Más de una década de impunidad queda en detalle sobre la mesa. Violencia y daños irreparables ignorados durante diez años, y hoy, a pesar de las pruebas y los testimonios, la Justicia no hace nada y las familias de una docena de víctimas están en peligro. Todas se preguntan porqué no actúan, y recuerdan el poder económico de la banda. Para sintetizar, señalaron la sorprendente cantidad y calidad de los autos involucrados en las denuncias: Unos 15 en total, todos modernos, y muchos de alta gama. “¿Todo fruto del negocio de drogas y extorsión?”, se preguntaron.
Al cabo de la extensa charla, comienzan a despedirse, el cronista tratando en vano de darles tranquilidad. El escozor acompaña al periodista por varias horas después del encuentro. Frustración, impotencia, miedo, indignación, más miedo. Pero ya nada sorprende de la Justicia de Gualeguay.
Norman Robson para Gualeguay21