Niños y esclavos en el mundo y la Argentina
A fines de enero se publicó un artículo en un diario de España, que narraba la dolorosa situación de miles de niños que son explotados como fuerza de trabajo en la India, en el Estado de Rajastán.
Traía el testimonio de un niño de 12 años llamado Tosif Kham: “Trabajo todos los días. No tengo vacaciones pero por la tarde me dejan tiempo para volar mi cometa”. Varias horas al día está en el taller de cortado y pulido de piedras preciosas que luego se venden en cuantiosas sumas de dinero en grandes capitales del mundo.
Rajastán tiene más de un millón de “trabajadores” entre 5 y 14 años. En la India hay más de 10 millones de niños explotados, según los registros oficiales, sin contar a los llamados “niños invisibles” que son los secuestrados por redes mafiosas.
El artículo mencionado nos trae el testimonio de otro niño de 7 años que fue rescatado de una de esas mafias: “No quiero volver a trabajar de 9 de la mañana a 10 de la noche. Quiero ir a la escuela y jugar a la escondida”.
Algunos niños son tomados por usureros como parte de pago de alguna deuda familiar. Así fue la situación de Iqbal Masih, que fue asesinado a los 12 años de edad en 1995. Había sido vendido a los 4 años por su papá para pagar una deuda. Desde ese entonces el niño trabajaba 12 horas por día encadenado al telar, pero nunca llegaba a saldar la deuda porque los intereses siempre crecían. Teniendo 10 años logró escapar y asistió a un acto sobre derechos humanos, convirtiéndose en activo luchador contra la esclavitud laboral. Las mafias que veían peligrar sus intereses lo mataron a tiros. El martes 16 de abril es el “Día mundial contra la esclavitud infantil”, conmemorando al joven pakistaní. En España y otros países están promoviendo la causa de su beatificación. Nuestra oración, cariño y compromiso para con los niños y niñas secuestrados y esclavizados. Nuestros hermanitos.
Según algunos estudios, actualmente hay en el mundo cerca de 400 millones de niños esclavos en el mundo —¡equivalente a unas 10 veces la población argentina!—. UNICEF calcula que alrededor de 300.000 menores participan en conflictos armados. Hierve la sangre, ¿verdad?
El drama que se vive en la India, Pakistán y otras regiones del mundo llega también a nuestras tierras. Hay talleres clandestinos de elaboración de ropa que tienen a familias enteras explotadas. Del mismo modo suele haber niños que son usados para las cosechas en diversos lugares del país. Hace poco Radio María promovía la firma de adhesión a una campaña que denunciaba esta situación en la cosecha de yerba mate.
Hemos visto en estos días cómo son esclavizados los niños para la venta y traslado de droga. También los usan para robar, como envases “vivos” para el traslado de sustancias o como “campana”. Corremos el serio riesgo de anestesiar la conciencia social y naturalizar que limpien vidrios o realicen acrobacias en los semáforos, repartan estampitas en el subte o transportes de lo más variados. El lugar de los pibes es la escuela, la plaza, el club, la familia. Una sociedad que no cuida a sus pequeños no es civilizada ni madura.
Hace pocos días Francisco recibió en el Vaticano a familiares de víctimas de la mafia. Se conmovió ante los relatos y marcas dolorosas en ellos. Me hizo acordar de lo que él escribió en noviembre pasado: “Siempre me angustió la situación de los que son objeto de las diversas formas de trata de personas. Quisiera que se escuchara el grito de Dios preguntándonos a todos: ‘¿Dónde está tu hermano?’ (Gn 4,9). ¿Dónde está tu hermano esclavo? ¿Dónde está ese que estás matando cada día en el taller clandestino, en la red de prostitución, en los niños que utilizás para mendicidad, en aquel que tiene que trabajar a escondidas porque no ha sido formalizado? No nos hagamos los distraídos. Hay mucho de complicidad. ¡La pregunta es para todos! En nuestras ciudades está instalado este crimen mafioso y aberrante, y muchos tienen las manos preñadas de sangre debido a la complicidad cómoda y muda”. (EG 211)
Trabajemos para que los niños vivan como niños, libres de esclavitudes y deshonras. Rezo por la conversión de los asesinos responsables de la barbarie y el atropello.
En las misas de este domingo leemos del capítulo 11 del Evangelio de San Juan el relato de la resurrección del amigo de Jesús llamado Lázaro. El Señor llora por la muerte de su amigo y tiene palabras de ternura y consuelo para con las hermanas del difunto, Marta y María. Pidamos tener esos sentimientos ante toda persona esclava.
Recemos especialmente juntos por quienes sufren a causa del terremoto en el norte de Chile. El Papa Francisco envió una carta al pueblo chileno donde dice “Pido a Dios que otorgue el eterno descanso a los fallecidos, consuele a los afectados por tan lamentable desgracia e inspire en todos sentimientos de esperanza para afrontar dicha adversidad”. Nos sumamos a esas intenciones estemos donde estemos.
Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social