Otro raid delictivo de huesito y compañía
La crónica policial que nos ocupa en este caso no es nueva para nosotros, tiene un protagonista más que conocido del personal policial, no solo por sus reiteradas conductas antisociales, sino por la agresividad que engendra su alma.
Una vez más junto a su fiel cómplice consanguíneo Nico(20), nuestro viejo y conocido huesito, Fede (18) en realidad ese es su nombre, apodo heredado de su hermano mayor, que parece haberle dejado el pesado legado de delincuente que el mismo ha sabido hacer crecer y forjar día a día, como dice el dicho “El discípulo sale mejor que el maestro”, ya que Fede ha superado a su hermano ampliamente no solo en la cantidad de incursiones delictivas, sino en la violencia con la que lo hace.
A lo largo de su minoría de edad, -hace pocos días cumplió 18 años- ha dimensionado tanto su figura delictiva que ya es un riesgo latente no solo para el riesgo físico de su persona, sino también para los habitantes de Gualeguay, los cuales a través de las diferentes informaciones de los procedimientos de la fuerza del orden, ya han permitido familiarizar la vida de este malandrín.
Estaría de más dar detalles de la vida y malas costumbres de este joven y la familia de la cual proviene, porque ya la hemos informado hasta el cansancio, pero de las circunstancias lamentablemente para él está comprobado que no sabe insertarse en la comunidad, seguramente porque en su infancia y adolescencia no se le ha brindado un ejemplo de bien y porque no ha recibido la ayuda institucional necesaria para estos casos críticos, si solo decir que hace apenas un par de días se tomo conocimiento en esta departamental, que este entonces menor se había escapado del hogar “Casa de la Paz” donde fue alojado, tratando de reencauzar y dejar atrás sus malas costumbres, pero desde donde huyo evidentemente por no encontrar la paz necesaria, así como su primo Nico, quien el día 10 de marzo, fue alojado en la Unidad Penal de máxima seguridad de Gualeguaychú, donde debía cumplir 90 días, pero desde donde fue trasladado a la Unidad Penal N° 5 de Victoria, y se le redujo la condena a 45 días, recordando que ambos quedaron en sendas circunstancias a raíz de los más de diez hechos cometidos en menos de 72 horas. Lejos de haber salido con buenas y mejores intenciones volvieron para reñirse ya no solo con la ley sino con la sociedad misma.
Por lo mismo me voy a centrar en la esencia de la noticia, ya que nuevamente aunque esta vez en menos de dos horas Fede y Nico pusieron en vilo a la comunidad de Gualeguay protagonizando un peligroso y violento raid delictivo.
Todo comenzó este viernes apenas asomaban los primeros rayos de luz, Daniel (67) y su hijo Octavio, descansaban en la tranquilidad de su hogar cuando comienzan a escuchar golpes en la puerta y ruido de vidrios que se rompían y al asomarse se encuentra con un individuo que golpeaba con una masa que al verlo le apunta con un arma mientras le ordena que se tirara al suelo que era un asalto, pero Daniel seguramente guiado por su instinto retrocede metiéndose en la pieza de su hijo desde donde llaman a la policía, llamada que estos malvivientes escuchan por lo que previendo la inminente llegada del personal policial, arrancan la motocicleta y se pierden en las calles de la ciudad.
Lejos de calmarse este dúo dinámico y al parecer sin rumbo fijo llegaron hasta una estación de servicio ubicada en Boulevard San Juan y Ambrosetti, donde se encontraba Pedro (77) en la playa de expendio y María (50)dentro del kiosco allí ubicado, cuando esta observa a dos masculinos llegar raudos en una motocicleta encapuchados, bajarse a uno de ellos y acercarse a Pedro a medida que sacaba un arma de fuego, la cual apuntando al anciano le exige el dinero, asustada ingresa rápidamente a la casa comunicada por una puerta con el kiosco, para esconderse y dar aviso a la policía, mientras estas escorias humanas se apoderaban del dinero de la caja y de la billetera de Pedro, haciendo una suma total de alrededor de los mil ochocientos pesos y documentación personal, para luego salir rápidamente y subirse a la moto donde lo esperaba su cómplice, tomando a gran velocidad por el Boulevard hacia el Oeste; pero aquí comenzaba la cuenta regresiva a su alocada carrera contra la muerte, ya que al verlos huir Pedro sale del interior del kiosco, con la fortuna que observa al suboficial Mario Garcen al cual conoce, quien ocasionalmente de civil y en su auto particular pasaba por el lugar y le avisa de lo sucedido, ante lo cual este funcionario sale en persecución de los mismos, manteniendo informado a través de handy particular al Suboficial Marcial López que se encontraba de radio operador en ese momento, hasta que al llegar a la zona del Barrio Rocamora pierde de vista a los forajidos, pero ya en la zona y ubicados estratégicamente en calle 2 de Abril son divisados por el siempre eficaz Oficial Claudio Geminiani junto a su chofer Suboficial Hugo Airala, los cuales al ver el patrullero, comienzan a hacer todo tipo de maniobras evasivas hasta llegar al Barrio 50 viviendas, donde descienden de la motocicleta al verse acorralados intentando ingresar al domicilio de “Kilili”, conocido de estos muchachos, pero no obteniendo los resultados esperados ya que fueron alcanzados y reducidos por el personal policial,
Se realizaban las primeras diligencias en el lugar de los hechos, cuando se hace presente en esta Jefatura Departamental Elisa (48), quien manifiesta que hacía unos minutos mientras se encontraba atendiendo su panadería ubicada en Narvarte y 25 de Mayo, ingresan dos masculinos y le piden que les venda pan, hasta ahí dos clientes normales pero que cuando se da vuelta para embolsar la mercadería uno de ellos le dice “Esto es un asalto” y en forma inmediata le piden que les de todo el dinero, por lo cual la victima de inmediato le entrega todo lo que tenía en la caja, pero como a estos señores les pareció poco, también le llevaron el teléfono celular, para nuevamente y con el mismo modus operandis salir huyendo rápidamente del lugar en la misma moto, en la que realizaron todo el periplo delictivo, que a la postre pudo determinarse que había sido robada la noche anterior de un hotel ubicado en la intersección de Rutas 11 y 12.
No obstante conforme continuaba la investigación a cargo del personal de la División Investigaciones, iban surgiendo nuevos datos, nuevos indicios que vincularían al violento dúo a un hecho el día martes alrededor de las ocho y media de la mañana, Juan (67) acababa de abrir su carnicería cuando se le presentan dos jóvenes encapuchados que empuñando un arma de fuego, le sustraen el dinero que tenía en la caja registradora, para salir raudos en la misma motocicleta en la que habían llegado. De igual manera están vinculados con un hecho de robo a Néstor (58), quien se desempeña como remisero y alrededor de las tres de la mañana en circunstancias de arribar a la terminar donde dejo una pasajera, es abordado por dos masculinos que le indican como destino el Barrio Hipódromo, pero en la mitad del camino uno de ellos exhibiendo el arma (siempre descripta el mismo arma), se apodera de todo el efectivo que llevaba en ese momento, no obstante lo pasean por toda la ciudad, hasta bajarse en cercanías al Barrio 50 viviendas, donde quisieron ingresar esta mañana cuando fueron atrapados por el personal policial.
Una vez reducidos, se comienza a trabajar en el lugar del hecho y se le da inmediato aviso al Dr. Gianini Fiscal Auxiliar en turno, quien dispone las actuaciones y diligencias a seguir haciéndose presente en el lugar y por Oficio N° 05/14 JG2, se procede a la requisa de los masculinos extrayendo de la ropa interior de Nicolás un bollo de dinero en efectivo en billetes de distintas denominaciones y de la misma manera se extrajo del bolsillo derecho del jeans de Federico gran cantidad de monedas de distintas denominaciones.
Allí luego de labrarse las actas procesales, se pudo determinar que dentro de la mochila de los escurridizos forajidos, se hallaba gran parte del botín de todas sus jugarretas delictivas, dinero en efectivo, documentación, celulares, varios gorros con visera tipo Jockey y lo más importante la tan mencionada “escopeta recortada”, tratándose de un arma de fuego de doble caño yuxtapuesto con empuñadura de madera, etc., pruebas evidentes de todo este periplo narrado, pero uno de los pruebas más importantes colectadas, sin duda el secuestro del arma utilizada en sus depredaciones arbitrarias, asi como el vehículo usado para cometer sus fechorías, mencionada en todas las denuncias, que como si fuera poco había sido robada a Rosana esta madrugada de su lugar de trabajo.
Terminado el trabajo de recolección de pruebas y tareas criminalísticas, el dúo del mal fue trasladado a esta dependencia policial donde quedan alojados en sus familiares calabozos a disposición de la justicia local.
Como corolario, para nuestra sociedad que observa permanentemente a través de los medios nacionales y asimismo provinciales el permanente incremento de los hechos delictivos y sus consecuencias nefastas hacia la gente de bien, que obliga a nuestra Institución a través de funcionarios altamente comprometidos y capacitados a intensificar constantemente las tareas tantos preventivas como investigativas para seguir tratando que nuestra querida Gualeguay esté salvaguardada de la media nacional en materia de inseguridad. Asimismo es para destacar e incentivar a que siga ocurriendo el hecho de la colaboración ciudadana hacia nuestra institución cuando brinda información o testimonios que permiten llevar a buen puerto el combate a la inseguridad, porque es un flagelo que sufrimos todos y entre todos debemos combatirlo
Jefatura Departamental Gualeguay