Parece mentira: Una sola ambulancia para emergencias y una docena guardadas
En el último accidente trágico ocurrido en la Costanera, con dos involucrados, solo había disponible una ambulancia, la cual tuvo que hacer dos viajes, y una de las víctimas debió esperar media hora. A pesar de que la ciudad cuenta con sobradas unidades, la noche más crítica del fin de semana suele haber solo una disponible para emergencias. De este modo, quedó en evidencia que Gualeguay no está preparada para dar respuesta a simples accidentes, y que, aunque sí cuenta con sobrados recursos, la vida de los accidentados está librada a su suerte.
En la madrugada del último feriado, el pasado 15 de agosto, en el complejo de la Costanera, dos jóvenes de 17 años, en una Fiat Strada, volcaron y fueron despedidos. De inmediato, otros jóvenes testigos del hecho llamaron al 911. La ambulancia del Hospital San Antonio dedicada a emergencias cruzó la ciudad y recogió al más grave, el cual falleció al rato. El otro, por fortuna, no resultó tan grave, y debió esperar a que la misma unidad llegue al nosocomio, descargue el accidentado, y vuelva por él. ¿Qué pasaba si los dos quedaban graves? ¿O eran más?
Las ciudades como Gualeguay, pero ordenadas y organizadas, cuentan con un sistema de Defensa Civil, vinculado al 911, con un completo plan de respuestas a urgencias y emergencias ante accidentes o desastres. Estos sistemas se organizan de acuerdo a la realidad de cada localidad de forma de que los efectores de salud, bomberos y las fuerzas de seguridad puedan dar respuesta, en tiempo y forma, a cualquier contingencia, sea donde sea que ésta ocurra. En estos planes, la disponibilidad activa de ambulancias es fundamental.
Cabe señalar que, para atender urgencias o emergencias, las unidades deben estar debidamente equipadas y contar con un conductor y un enfermero o un médico, mientras que los planes de contingencia deben tener en cuenta, particularmente, los fines de semana, cuando se concentran todo tipo de actividades deportivas, culturales y sociales que convocan multitudes, mientras que, por las noches, y hasta la madrugada, se suman el alcohol y las sustancias al concierto normal de las urgencias y emergencias usuales por problemas de salud y accidentes domésticos típicos de todos los días.
La demanda
En una ciudad como Gualeguay, a las emergencias domésticas por accidentes o problemas de salud, y los traslados dentro de la ciudad y hacia otras ciudades, comunes a todos los días, se suman los accidentes viales dentro de la ciudad y en su zona de influencia, otros accidentes, y la presencia en eventos deportivos o culturales.
Cabe resaltar que, a esta demanda, se suman, de forma significativa, la demanda de traslados de pacientes del Pami, la de los traslados internos a prestadores privados porque el Hospital San Antonio no pone en marcha su tomógrafo, y la de los eventos deportivos cuyas asociaciones exigen una unidad presente al lado del campo de juego.
El parque local
Para toda esta demanda, Gualeguay cuenta con todos los recursos: Por un lado, el Hospital San Antonio cuenta con una unidad furgón ambulancia para emergencias, activa las 24 horas, y, de los otros 5 furgones que tiene, solo dos están destinados al traslado, mientras que, de los otros, dos están fuera de servicio y uno se utiliza para mandados. Por su parte, el CEM cuenta con dos furgones ambulancias, otro por habilitarse, y dos furgonetas para toda emergencia, mientras que E24 solo cuenta con dos furgonetas, también para todo servicio.
Esto totaliza unos 5 furgones ambulancia en condiciones, 3 inhabilitados, uno por habilitarse, y 4 furgonetas, todos de distinta complejidad, en manos de efectores de salud, con choferes y enfermeros asignados. 13 unidades en total.
Por otro lado, la Municipalidad de Gualeguay cuenta con un furgón ambulancia, estacionado en la Asistencia Pública, mientras que la disuelta Unidad Coronaria aún conserva, en Bomberos, un furgón equipado para esas patologías y una unidad vieja cuyo motor está de forma irregular. Al mismo tiempo, también hay tres unidades más, un furgón y dos furgonetas, una adaptada para traslados, en manos de privados (2 funerarias y un particular). De este modo, hay, por fuera de los efectores de salud, tres furgones ambulancia, uno fuera de servicio, y tres furgonetas. Con éstos, la ciudad de Gualeguay cuenta con un total de 19 unidades.
¿Qué falta?
Los sistemas de defensa civil existen en todo el mundo, no solo para atender de forma integral y coordinada desastres y catástrofes, sino, también, urgencias y emergencias de rutina. En el caso de comunidades como la nuestra, una organización de defensa civil debería estar conformada, en lo organizacional, por autoridades políticas y civiles, mientras que, en lo operacional, por los efectores públicos y privados de salud, por los bomberos, y por las fuerzas de seguridad, a las que se pueden sumar redes de voluntarios, tanto para la contingencia como para la post-contingencia.
A los efectos de crear un servicio de estas características, los organizadores deberían elaborar y acordar un Plan de Urgencias y Emergencias que establezca, según los recursos operativos disponibles, la atención de las distintas contingencias que puedan ocurrir en la ciudad y sus alrededores. El objetivo de este plan es tener definidas las respuestas a cualquier demanda simultánea de atención, sea por accidentes viales, incendios, explosiones, desmoronamientos, accidentes domésticos, o traslados de urgencia.
Conclusión
En el caso de Gualeguay, en la ciudad tienen asiento un hospital regional altamente equipado, dos servicios privados de emergencia, efectores de salud municipales, una Jefatura de la Policía provincial con dos comisarías, un cuartel de Bomberos Voluntarios ejemplar, y reparticiones de Gendarmería y Prefectura.
Si bien, por los volúmenes de población y tránsito, las contingencias simultáneas no son frecuentes, abundan de sobra los recursos en todas las partes para crear una organización activa y efectiva de respuesta a urgencias y emergencias por siniestros o desastres, a la vez que, debido a la extensión de la ciudad, y por las rutas que la atraviesan, ya debe debatirse la ubicación estratégica de los recursos. Para todo esto, solo se requiere la predisposición de todas los actores, la voluntad de desarrollar un proyecto, y la decisión política de concretarlo.
Norman Robson para Gualeguay21