15 mayo, 2025 2:53 am
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Todo muy entre nosotros y nada entre todos

El sábado por la mañana, de acuerdo a lo que mandan las sagradas escrituras, el reelecto intendente juró frente al flamante y honorable concejo deliberante. Por la tarde noche, en el ya tradicional espacio de la intersección del pasaje Rocamora y calle San Antonio, se realizó una especie de acto de proclamación del gabinete que lo acompañará en la nueva gestión.

Cabe destacar que el acto matutino se realizó de acuerdo al protocolo y estuvieron presentes las fuerzas vivas de la ciudad, aunque los diputados “oficialistas” brillaron por su ausencia, promoviendo la sospecha de que, desde aquel lado, por lo menos, nada ha cambiado.

 

 

 

Pero lo de la noche ya fue distinto.

Realizar un acto proclamando los cargos en la Plaza Constitución, más allá de ser algo muy traído de los pelos, auguraba una acción populista fallida.

Y así fue. Poca convocatoria para el lugar aunque a los actores no pareció molestarles.

Lo correcto hubiese sido convocar a los medios y a las autoridades y realizar el acto en la Secretaría de Gobierno y no una exhibición triunfalista de escasa convocatoria.

Una convocatoria que se destacó por las ausencias, ausencias en términos estrictamente sectorial, ya que solo asistieron simpatizantes de la fracción errista, sin espacio al resto del partido justicialista, menos hacia otros sectores intermedios.

Pero también se destacó una llamativa ausencia interna, ya que algunos que otrora acompañaron al reelecto lord mayor no estaban. O estaban pero boquiabiertos al haber quedado afuera del nuevo esquema.

En este marco, el renovado intendente procedió a tomarle juramento, sin biblia mediante, a una larga serie de funcionarios que fueron copando el tráiler escenario palco.

Si bien hay que darle tiempo a esta nueva continuidad de la gestión 2007-2011, vale la pena destacar que la primera línea ofrece muchas esperanzas de que este gobierno tome en serio el rumbo del crecimiento y desarrollo, aunque, lamentablemente, en las segundas y terceras líneas de nombramientos se hace evidente la falta de cuadros dirigentes a la altura de las circunstancias, creando un abismo cualitativo entre estas y la primera.

En este sentido, cabe destacar que algunas de las renovaciones y otras de las nuevas incorporaciones resultaron para muchos más que llamativas.

Eso sí, todos los nombramientos resultaron extraídos del riñón más íntimo del señor intendente.

Por último, el flamante presidente comunal se dirigió a los presentes…

Luego de sus sendos agradecimientos a diestra y siniestra, y luego de resaltar que su ciudad está plagada de conflictos, de enfrentamientos y de personalismos, con los cuales se debe terminar, el intendente aseguró que a su nueva gestión no podrán quebrarla, así como no pudieron quebrar su gestión anterior ni su camino a la reelección, en una clara alusión a un enfrentamiento entre ellos y otros.

En definitiva, tanto el marco del acto del sábado por la noche, como todos los nombramientos y, en especial, el discurso, fueron muy “entre nosotros”.

No hubo nada “entre todos” en la noche del último sábado.

Norman Robson para Gualeguay21