Trascienden las quemas usuales en la Selva de Montiel

Días pasados, medios provinciales difundieron imágenes de una quema en la Estancia San Juan del Puerto, en el departamento Federal, donde se iba a crear el Parque Nacional Selva de Montiel. En contacto con vecinos y productores de la zona, éstos afirmaron que esta práctica ya es una costumbre desde hace mucho tiempo, mientras que sobre este caso en particular informaron que “se cansaron de esperar” y retomaron el negocio.
Lo cierto es que nadie en ese norte entrerriano se asombra del desmonte y las quemas. Nadie se sorprende de ver una topadora arrasando el bosque nativo, ni del fuego que resulta de quemar lo arrasado. Esta vez, las nuevas tecnologías facilitaron la difusión y posterior viralización de unas fotos tomadas en la Selva de Montiel, mientras que los ambientalistas y los medios sirvieron para darle mayor difusión al tema, especialmente por tratarse de un área que iba a ser parque nacional.
Un poco de memoria
En 2021, el entonces Ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, y el entonces Gobernador, Gustavo Bordet, luego de firmar un acta acuerdo, anunciaron la creación del Parque Nacional Selva de Montiel, un área natural protegida que se crearía gracias a la compra de un campo privado con dinero de la Fundación Wyss y la suma de dos lotes de un área natural provincial con apoyo de la ONG Aves Argentinas.
Cabe señalar que se trata de una ecorregión de Espinal, una de las menos representadas hasta el presente en el sistema de áreas protegidas, que está integrada por palmares mixtos de especies como yatay y carandilla, y es reservorio de cientos de especies de aves, entre las que se destacan el cardenal amarillo, el ñandú y el capuchino de pecho blanco.
El campo a adquirir era la estancia San Juan del Puerto, la cual conformaría el Parque junto con las reservas provinciales de usos múltiples “El Gato” y “Lomas Limpias”, todo en el departamento Federal, al norte de Colonia Federal y al sur del arroyo Feliciano. Éste sería el tercero en su tipo en Entre Ríos, luego del Pre Delta, en Diamante, y El Palmar, en Colón. En síntesis, se trataba de un parque nacional de 6.780 hectáreas dentro de una reserva nacional integrada por unas 20 mil hectáreas.
Pero, conforme pasó el tiempo, las fotos y las promesas fueron quedando en el pasado, el proyecto se enfrió y pasó a engrosar la interminable lista de sueños entrerrianos frustrados.
Antecedentes
Más allá de los testimonios directos de los vecinos de la zona sobre desmontes e incendios, es un secreto a voces que en el Ministerio de Producción se acumulan las presentaciones y las actas de constatación de este tipo de accionar ilegal, y que nunca avanzan en las sanciones, quedando siempre los hechos totalmente impunes.
Vale señalar que los titulares de las grandes extensiones de esa zona son gente ajena a la provincia que viven y vivieron siempre en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, a quienes solo les interesa la explotación económica de sus bienes.
Qué pasó esta vez
La semana pasada, a partir de fotos y testimonios de vecinos, se supo sobre unas 300 hectáreas de la Estancia San Juan del Puerto, corazón de lo que iba a ser el Parque Nacional Selva de Montiel, que fueron taladas y quemadas. Esa herejía contra la naturaleza fue denunciada públicamente por la organización ambientalista “Defendamos Nuestro Montiel”, replicada por el portal Era Verde, y difundida por distintos medios provinciales.
De acuerdo a los vecinos, en la Estancia San Juan del Puerto, las topadoras arrasaron con toda la vegetación de ese lote y la amontonaron contra los límites para ser quemada. La decisión de convertir esas tierras en aptas para la agricultura sería resultado de
la dilación indefinida de la creación del tan anunciado Parque Nacional. Los titulares se habrían visto obligados a retomar los negocios y a arrendar esas 300 hectáreas para la agricultura.
De este modo, los entrerrianos en particular, y los argentinos en general, pierden otra importante e irremplazable porción de su patrimonio natural.
Norman Robson para Gualeguay21