Una escuela sin baños y sin agua ante la indiferencia del Estado
La semana pasada, miembros de la comunidad de la Escuela Nina N°6 Victoriano Montes y Secundaria N°11 De Tablas, ambas de nuestra ciudad, relataron a este medio las vicisitudes que sufren sus instalaciones. Según los testimonios, a partir de problemas surgidos en un grupo de baños, se descubrió que la red de agua podría estar afectada y la misma no ser apta para consumo humano. Esta situación ameritaría la urgente reparación y, durante la misma, el cese de clases, pero la Dirección Departamental de Escuelas local no destina recursos para reparaciones, y rechaza cualquier suspensión, poniendo en riesgo la salud general.
Todo comenzó hace unos meses atrás, cuando dejaron de funcionar los baños del ala nueva porque se tapaban y no les llegaba el agua. En esa oportunidad, el reclamo correspondiente fue realizado a la Dirección Departamental de Escuelas, y la respuesta fue que se compartieran los baños de la secundaria, lo cual se viene haciendo desde hace más de 3 meses.
Como el problema no se resolvió, y a lo anterior se sumó la filtración de agua del tanque, un nuevo reclamo fue realizado a la Departamental, a lo que respondieron que lo arreglara la cooperadora de la escuela. Para ello se ofreció un papá, que es plomero, y, al sacar la tapa por la cual se filtraba el agua, se encontró con que la misma, y parte del interior, estaba totalmente cubierto de óxido, con membrana de aluminio y brea también en contacto con el agua que consumen alumnos, docentes y personal de la escuela. Esto significaría que toda la red de agua estaría afectada y el agua contaminda.
Ahora bien, siendo que el agua contaminada con óxido puede provocar desde vómitos, diarrea y dolor abdominal hasta problemas renales y hepáticos, algunos de gravedad, esta situación significaría un grave riesgo para toda la comunidad escolar, razón por la cual el problema exige una solución urgente de parte de la Departamental local.
Lamentablemente, la comunidad escolar ve con mucha preocupación que desde la cartera educativa no solo no se resuelven los problemas porque “no hay plata”, sino que, al no brindar soluciones, se condena a los alumnos y docentes a convivir en tan incomodas como precarias condiciones, a la vez que se suman los riesgos sanitarios resultantes.
Norman Robson para Gualeguay21