Una estrategia empresarial para reducir la pobreza
La realidad de la pobreza en nuestra región, América Latina, es realmente preocupante y cada vez más la brecha entre ricos y pobres es más grande también, esto lo demuestran los crecimientos económicos que han tenido nuestros países en la región.
Sin embargo, los indicadores de reducción de pobreza no han bajado lo suficiente y seguimos teniendo países en la región con los índices de desigualdad (Gini) más altos, en el caso de Colombia 0,56, entre otros. Se podría decir que somos países ricos pero muy desiguales.
Por este motivo la visión de los negocios debe cambiar y las empresas deben revisar su estrategia de realizar negocios con las personas de bajos ingresos no sólo para venderles sino vincularlos como socios estratégicos dentro de su cadena de valor.
Las empresas han empezado a explorar en nuevos mercados la posibilidad de innovar y comercializar sus productos, para incursionar en ellos de una forma precisa y sostenible. Este nuevo “target” consiste en obtener información específica sobre las verdaderas necesidades de la población vulnerable: la base de la pirámide.
Pero, ¿qué grupo poblacional compone la base de la pirámide? La componen dos tercios de las personas que habitan en la tierra, donde muchos de ellos carecen de servicios básicos y de oportunidades para que puedan llegar a desarrollar su potencial humano y económico, ya que sus necesidades básicas no son atendidas, dependen de una economía informal y no tienen acceso a mercados donde colocar sus productos o insumos.
Con este sector desprotegido de la población, las organizaciones han empezado a identificar la estrategia para responder al reto de reducción de la pobreza, basados en la generación de bienestar y la creación de oportunidades para estos nuevos mercados.
En América Latina hemos visto un crecimiento económico alentador en los indicadores oficiales, pero cuando se ven los indicadores de reducción de pobreza realmente es difícil entender esta realidad, donde la brecha entre ricos y pobres es cada vez más grande. Sólo para revisar algunos datos importantes de esta realidad: 33,1% de las personas viven en situación de pobreza, es decir 183 millones de personas; y 13.3% de las personas viven en situación de indigencia, es decir, 74 millones de personas (Comisión Económica para América Latina y el Caribe –CEPAL-, sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países).
Las grandes empresas en el mundo han identificado la pobreza como el mayor desafío para lograr un Desarrollo Sostenible (Crecimiento Económico, Progreso Social y Balance Ecológico), por este motivo es importante pasar a realizar las cosas de una manera diferente se requiere que seamos innovadores.
Teniendo en cuenta esta realidad en Colombia, el Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible –CECODES-, viene impulsando desde hace más de 4 años una estrategia empresarial para reducir la pobreza: los Negocios Inclusivos.
Los Negocios Inclusivos son iniciativas empresariales económicamente rentables, ambiental y socialmente responsables, que en una lógica de mutuo beneficio incorporan en sus cadenas de valor a comunidades de bajos ingresos y mejoran su calidad de vida.
Generalmente un Negocio Inclusivo se establece a través de la relación entre una Empresa Ancla y una o más personas de bajos ingresos.
Los Negocios Inclusivos se deben caracterizar por presentar garantías de sostenibilidad: Crecimiento Económico, Progreso Social y Balance Ecológico en el tiempo. Su aplicación implica la construcción de una relación de confianza entre las partes, a partir de una colaboración activa y equitativa.
Los Negocios Inclusivos se pueden desarrollar a través de 2 modalidades:
Como Consumidores: Cuando la empresa pone en el mercado productos y servicios que satisfacen las necesidades de las personas de bajos ingresos en condiciones accesibles a ellas.
Como Socios Empresariales, Proveedores o Distribuidores: Las personas de escasos recursos son socios empresariales, proveedores y/o distribuidores. Al incorporar pequeños empresarios locales en su cadena de valor, las empresas crean empleo y aceleran la transferencia de habilidades.
La esencia del concepto de Negocios Inclusivos es que le ofrece a la empresa la posibilidad de aliviar la pobreza e incrementar la prosperidad y las oportunidades para las partes involucradas.
Para impulsar este concepto es importante tener en cuenta los siguientes tres puntos si queremos realmente tener un impacto representativo y que los Negocios Inclusivos ayuden a reducir la pobreza:
Divulgar, promover, concientizar y desarrollar capacidades.
Convencer al sector empresarial que esto es una estrategia de negocio y no es un tema paternalista ni filantrópico. Tener herramientas e instrumentos para identificar e implementar Negocios Inclusivos.
Generar un espacio para poder tener una incidencia política en la promoción, identificación e implementación de los Negocios Inclusivos, con el fin de lograr una articulación sincronizada entre los diferentes actores involucrados en los Negocios Inclusivos (Gobierno, academia, ONGs, sector privado, cooperación internacional, entidades multilaterales, entre otros).
Por Sergio Rengifo, Director Nacional de Negocios Inclusivos, CECODES, Bogotá, Colombia.