Una menor agrede a otra mientras la felicita la madre
No es novedad y hemos contado en reiteradas oportunidades la creciente ola de violencia entre jóvenes, sin discriminar entre sexo ni edades, aunque más notorio en la etapa de la adolescencia. Situaciones que van dejando de sorprender a la par de lo que van aumentando los casos.
Así nuevamente esta preventora de conductas antisociales toma conocimiento -19:00- a través del oficial en turno de Comisaría Primera cuando en dicho edificio se hace presente una jovencita de 16 años de edad acompañada de su madre Gabriela (32), a raíz de que alrededor de las tres de la tarde al momento que la menor salía de su clase de gimnasia, donde concurre con un grupo de distintos años, observa que había un grupito de aproximadamente ocho chicas entre las cuales estaba su hermana de 14 años y una amiga que se quedaron a esperarla, y que en un momento al estar saliendo del Club las tres jóvenes, son abordadas por otra de 15 años, quien también concurre a la Escuela N° 6 Victoriano Montes y la increpa de manera muy agresiva diciéndole “Que problema tenés conmigo”, y sin llegar a mediar palabra se abalanzó sobre su víctima tomándola salvajemente de los pelos, hasta que la derribó y una vez que logró reducirla en el piso comenzó a darle fuertes golpes de puño en su cara.
Como si ya este salvaje relato fuera poco triste, había otra joven que mostrando su poco amor por la vida e instrucción ante el buen proceder de un ser humano en la vida, saco de entre sus prendas su teléfono celular y comenzó a filmar a la par que festejaba semejante salvajada.
La golpiza continuaba a pesar de ser tan solo las tres de la tarde, hasta que dos nobles caballeros que cruzaban ocasionalmente por el lugar observan el lamentable espectáculo, sacando a la violenta joven enceguecida sobre la humanidad de su víctima, que cual animal salvaje no podían controlar hasta que salió desde las instalaciones la profesora de gimnasia y dio inicio a la reprimenda lógica.
La educadora siguiendo los pasos lógicos, dio aviso a la Directora de la institución y a la madre de la pendenciera, poniendo todas las esperanzas en que esta progenitora sabría reprender a su hija haciéndole ver que había tomado el camino equivocado para resolver una desavenencia si era tal, ya que para sorpresa de todos los presentes esta madre vergüenza llegó gritando “esta es mi hija” como orgullosa del accionar de su revoltosa hija, agregando como si fuera poco, “pero como no te di un cuchillo que trajeras”.
Sin siquiera las educadoras poder creer lo que oían, pero entendiendo sin duda la actitud de esta joven al ver la de su progenitora, llevaron a la menor violentamente agredida al Hospital San Antonio para recibir la asistencia idónea como consecuencia de los fuertes golpes recibidos y luego la llevaron hasta su casa.
Seguramente no hay motivo suficiente en la vida para que un ser humano agreda físicamente a otro, pero si se pudiera llegar a mencionar alguno, podríamos decir que la violencia que engendran jovencitas con estas actitudes patoteriles es totalmente entendible al observar la actitud de esa madre que lejos de dar un buen consejo que contuviera la ira de su hija la arengó a tomar el camino de la violencia, ese que se ha hecho tan común hoy en día y lo vemos reflejarse en cada rincón de la ciudad.-
Jefatura Departamental Gualeguay