Urribarri habló ante la Asamblea Legislativa
Descartó entonces que la continuidad en sí misma sea un valor. Y advirtió que hacen falta “sacrificios” para sostener los logros y avanzar hacia las metas para este año. “No estamos en una situación holgada” admitió pero al comparar los presupuestos, con otros anteriores, destacó el crecimiento de la provincia.
“En este, mi segundo y último mandato, la continuidad por sí misma entonces ya no es un valor. Es nuestra obligación renovar las expectativas, aumentar nuestra capacidad de convocar a los entrerrianos a su futuro, desafiarlos a remover las causas del atraso, representarlos con dignidad e inteligencia, privilegiar sus intereses, respetar su historia y sus sentimientos y al mismo tiempo mostrar que siempre, apuntando hacia adelante y hacia arriba, encontraremos nuestro destino”, dijo hoy el gobernador Sergio Urribarri al dejar inaugurado, frente a un teatro colmado, el 133 período ordinario de sesiones.
A partir de las 9, el vicegobernador José Cáceres, el presidente de la Cámara de Diputados, José Angel Allende y otras autoridades legislativas, y luego de un breve cuarto intermedio, recibieron a Urribarri que, frente a legisladores, funcionarios provinciales y judiciales e invitados especiales, intendentes y una magra presencia de la oposición dieron el marco a un acto en el que el mandatario detalló el accionar del gobienro y delineó las acciones para 2012.
Sin mencionar a ex gobernadores pero sí a los ex vicegobernadores y dirigiéndose a la intendente de Paraná, Blanca Osuna, como su “estimada amiga”, Urribarri aseguró que este mensaje, el quinto de su gestión, es “el más importante de estos años. Es importante porque es necesario, debe continuar yendo tras los objetivos que me he planteado hace unos años: Una Entre Ríos más significativa para el país, el mundo y los entrerrianos”, dijo ante un Teatro colmado.
“Hemos crecido de una manera inédita, impresionante. Creció nuestra economía al 9 o diez por ciento anual. Siempre estuvimos por encima de la media nacional. Es todo un logro de los entrerrianos”, ponderó el gobernador y realzó que durante su gestión se incrementó la tasa natalidad, la venta de coches, y el turismo: “Yo soy muy conciente de que esto no alcanza a todos pero sí a muchos entrerrianos”, dijo y contrastó el presupuesto de su gestión que alcanza los 4.600 millones de dólares con los que se plantearon en el 2008 o de 2004, que era de 798 millones de dólares, “lo que es claramente superior y revela este crecimiento”, indicó para precisar luego que estos números “se traducen en consumo y en tranquilidad. En una rueda que satisface el consumo. Esto es incuestionable e incontrastable”, garantizó.
“Las cosas concretas son incuestionables”, enrostró Urribarri y anunció que en su segundo mandato se propone “elevar aún más la inversión y la infraestructura. Pero vamos por la educación pública para todos; la salud pública de calidad, la cultura popular de nivel, el deporte popular, la lucha contra las adicciones, pararse firmemente contra el narcotráfico, el ataque frontal a la lacra que significa la violencia familiar, la trata y la violencia de género”.
Y, pidió la colaboración de jueces y legisladores para lograr las metas “del Entre Ríos que merecemos ser” pero “no es cuestión de esperar sentados” porque el futuro “es lo que hagamos de aquí en más” porque aún “si estamos bien soy conciente de que no estamos en una situación holgada”.
“El signo de nuestro segundo tiempo y último – dijo Urribarri- es que deberemos estar dispuestos ha hacer sacrificios para mantener el bienestar logrado y obtener otros más. Para esto no hay magia. Es sacrificio y perseverancia” y se lanzó luego una serie de anuncios, entre los cuales, mencionó la generación de escuelas de jornada completa; el enfoque en materia social y educativa; y el compromiso “de plantarnos como sociedad e inteligentemente frente al narcotráfico y no está centrado sólo en la política de seguridad”, dijo y pidió especial colaboración a la Legislatura para combatir el flagelo de drogas y el alcohol.
Una mejora en la distribución del servicio médico en la provincia “porque a veces no hay ningún médico en lugares apartados” y la decisión de ser “la provincia del agua”, Urribarri fue completando sus anuncios aunque aseguró que no “ignora” las dificultades “coyunturales” pero aclaró que hay decisiones para reestructurar las finanzas: “Tenemos que hacer mucho más pero al mismo tiempo satisfacer todos los cotos estatales en tiempo y forma y eso, lo saben todos, no es tarea fácil. Un gobierno como el nuestro insume cada vez más recursos de estructura. Y esto es complejo sin una política tributaria adecuada”.
Casi al final de su discurso, interrumpido a veces por los aplausos, Urribarri llamó a “cambiar de paradigmas” y “reunirnos más, no sólo para discutir diferencias, sino principalmente hacerlo para dejar sentadas nuestras coincidencias y construir sobre ellas. Estoy seguro nos sorprenderíamos a nosotros mismos sobre la cantidad de cosas valiosas sobre las que estamos de acuerdo”.
No faltó, de todos modos, una mención a la crisis: “En el marco de un mundo que se encuentra en una crisis sin precedentes, a tener que hacer ciertos sacrificios para mantener el bienestar logrado”, advirtió Urribarri.
En un suculento libro, de unas 285 páginas, que quedó en manos de cada uno de los invitados, el Ejecutivo comprimió la labor del año y esbozó algunos lineamientos para el 2012. El libro, tal como lo hizo en la Asamblea Legislativa de 2011, comprime el accionar de gobierno y evita que la reunión se extienda por horas. Así, Urribarri sólo habló por espacio de una media hora en la que aseguró los logros de su gestión se verán “en el territorio, en las escuelas que se siguen levantando, en las rutas nuevas y nuevos caminos del campo, en las viviendas, en las plantas de saneamiento, en la llegada del gas a decenas de barrios” de la provincia.
“Hay que ir por la continuidad y acrecentamiento de lo bueno. Corregir lo que se ha hecho mal. Ir por nuevos desafíos. Principalmente por los desafíos humanos. Forzar nuestra capacidad de entendimiento.Cambiar ciertos paradigmas. Reunirnos más, no sólo para discutir diferencias, sino principalmente hacerlo para dejar sentadas nuestras coincidencias y construir sobre ellas. Estoy seguro nos sorprenderíamos a nosotros mismos sobre la cantidad de cosas valiosas sobre las que estamos de acuerdo”.
“Nuestro gobierno nacional ha generado un contexto que es una gran ventana a un futuro mejor. No tenemos el derecho de desperdiciar oportunidades que no abundan para una provincia como la nuestra. Y en ese sentido, nos aproximamos ahora, en el marco de un mundo que se encuentra en una crisis sin precedentes,a tener que hacer ciertos sacrificios para mantener el bienestar logrado” mencionó no sin antes admitir que esa situación “duele en el alma”.
“Viendo lo que pasa en otros lugares tenemos que hacer los deberes. En este, mi segundo y último mandato, la continuidad por sí misma entonces ya no es un valor. Es nuestra obligación renovar las expectativas, aumentar nuestra capacidad de convocar a los entrerrianos a su futuro, desafiarlos a remover las causas del atraso, representarlos con dignidad e inteligencia, privilegiar sus intereses, respetar su historia y sus sentimientos y al mismo tiempo mostrar que siempre, apuntando hacia adelante y hacia arriba, encontraremos nuestro destino”, propuso Urribarri al auditorio que lo siguió con atención.
“Mi mayor aspiración a que mi gestión sea la mejor gestión de los últimos años para poner la varilla bien alta, para quienes me sucedan se tengan que esforzar”, desafió Urribarri y caracterizó la gestión como “una cuesta que hay que hacer paso a paso” y cerró: “Cada gobierno es un mundo.Cada obra es significativa.Cada acción. Cada acto público. Pero también lo es cada abrazo. Cada mirada. Cada esperanza. Entrerrianos – reforzó- no tenemos el derecho de retroceder, hay una historia y un futuro que nos empujan hacia adelante”, invitó Urribarri.
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