Cuestión de entorno
Leyendo al controvertido columnista de The Guardian, Johann Hari, en su libro sobre la droga “Persiguiendo el grito”, descubro que él asegura que la causa más probable de la adicción a las drogas ha sido descubierta y no es lo que todos creemos.

En el mismo, Hari recuerda que la adicción, normalmente definida como la dependencia química de ciertas sustancias, depende en gran medida de la manera en que cada uno vive su vida en el entorno que lo rodea. En este sentido, Hari recuerda un comercial donde mostraban a una rata de laboratorio en una jaula junto a dos botellas con agua, una con droga y la otra no, donde la rata se volvía adicta y al cabo del tiempo moría a causa de la adicción.
Para validar su teoría, Haari recurre al psicólogo Bruce Alexander, quien considera que la rata tomaba el agua con droga solo porque estaba en una jaula y no tenía nada más que hacer. Para comprobarlo, cuenta Hari, Alexander decidió recrear la misma prueba pero en un entorno que llamó Rat Park, donde dispuso las mismas botellas de agua pero le agregó juguetes, túneles, comida y, lo más importante, más ratas. Al cabo de dicha prueba, ninguna de las ratas se volvió adicta, convalidando la teoría de que el entorno las ayudó a ignorar la droga. Pero Alexander, cuenta Hari, quiso ir más allá y redobló la apuesta introduciendo en el Rat Park ratas adictas que venían consumiendo droga durante 57 días, y, contra toda lógica, tras algunos síntomas de abstinencia, estas pudieron dejar su adicción y se ajustaron a una nueva vida.
Por otro lado, Hari, en su libro, también recuerda que los veteranos de la guerra de Vietnam que eran adictos, cuando volvieron a USA, pudieron dejar la droga en un 95 por ciento, ya que pasaron de estar en un medioambiente de miedo a uno seguro.
Por último, Hari expone el caso de Portugal, país donde, hace 15 años, el 1 por ciento de la población era adicta, y el gobierno, en lugar de arrestar a los adictos, decidió despenalizar el consumo de todas las drogas e invirtió en centros de rehabilitación, casas y trabajos para adictos, logrando a partir de esa política una caída del 50% en el consumo de drogas.
Por todo esto, Hari concluye en su libro que la verdadera cura a las adicciones radica más en darles un entorno contenedor y adecuadamente positivo a los adictos que en reemplazarle la droga con más droga sin corregir lo que los llevó a ella.
Gualeguay21