8 septiembre, 2024 1:49 pm
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Detalles sobre la sentencia por el crimen de Micaela


En la mañana de hoy martes 17 de octubre, el Tribunal de Juicio y Apelaciones de la Ciudad de Gualeguay, integrado por los Doctores Roberto Javier Cadenas, como presidente de causa, y Darío Ernesto Crespo y María Angélica Pivas, dio a conocer el veredicto en el caso del crimen de Micaela García.

En este sentido, a lo largo de más de dos horas y media, el presidente del cuerpo leyó, detenidamente, todos los argumentos por los cuales condenó a perpetua a Sebastián Wagner, a cinco años a Néstor Pavón, y absolvió a Gabriel Otero.
Luego de recorrer las 55 páginas de la sentencia, a continuación destacamos los argumentos más destacados de la misma, los cuales dan solo una pauta del tenor de la medida.
Sobre Wagner
En el comienzo de la lectura, el Tribunal abordó la materialidad de los hechos y la situación procesal del imputado Sebastián José Luis Wagner en relación al abuso sexual con acceso carnal y el homicidio triplemente calificado de Micaela García.
En este sentido, según lo leído, el honorable cuerpo consideró “probado fehacientemente que el imputado Sebastián José Luis Wagner, en las circunstancias que se detallarán a continuación, abusó sexualmente de Micaela García, accediéndola carnalmente vía vaginal con su miembro viril, y procedió a quitarle la vida asfixiándola, con alevosía, para lograr su impunidad y en un contexto de violencia de género”.
Sobre Pavón
Acto seguido, fue el turno de la situación procesal del inculpado Néstor Roberto Pavón, para lo cual el Tribunal comenzó recordando que los acusadores mantuvieron la imputación principal para este imputado entendiendo que había participado en el crimen conjuntamente con Wagner.
Tan es así que “dieron por acreditado en sus alegatos que quien ejecutó de propia mano la muerte de Micaela fue el imputado Pavón y no Wagner, circunstancia ésta que ni siquiera se encontraba descripta con esa precisión en la imputación inicial, más allá de que dichos acusadores consideran a ambos coimputados coautores de los hechos investigados por las razones que expusieron”.
En este sentido, el Tribunal entendió que tal postura acusatoria contra el imputado Pavón “no es compartida en absoluto por este tribunal”, a la vez que consideró “totalmente inverosímil y solo aparece como un vano intento de éste de eximirse de responsabilidad por el homicidio”.
El relato de Wagner
Por otra parte, el tribunal también entendió que “no existen otros elementos probatorios, independientes del inverosímil relato de Wagner, que permitan acreditar la participación de Pavón en los graves hechos que se le han atribuido como imputación principal y que, por el contrario, sí concurren una serie de circunstancias que demuestran la inocencia de Pavón en esos eventos”, a la vez que agregó que “a criterio del tribunal, ni siquiera se ha demostrado con el grado de certeza que se requiere en esta instancia procesal que, además, haya intervenido otra persona junto a Wagner”.
En orden con todo esto, el Tribunal aseguró que llegó a esta conclusión sobre la autoría exclusiva de Wagner y la no participación de Pavón luego de analizar minuciosamente las dos declaraciones de Wagner, quien en ellas involucró a Pavón y lo señaló como quien de propia mano dio muerte a la victima asfixiándola.
En este punto, el Tribunal apuntó contra la Fiscalía y la querella advirtiendo “que las partes acusadoras, especialmente la fiscalía, no es que tome como creíble solo algunos pasajes de la versión de Wagner, lo cual, de haberse dado, podría estar justificado en algunos casos donde aporta datos que se condicen con la realidad de lo acontecido, sino que tal parte acusadora le creyó a Wagner de punta a punta, afirmando incluso expresa y enfáticamente que Wagner no miente”, y agregando que “tal proceder, incomprensible para este tribunal a la luz de la prueba existente, obligó a la misma fiscalía a realizar un enorme esfuerzo argumental para poder mantener la imputación contra Wagner”.
El segundo sujeto
Más adelante en la lectura, el Tribunal afirma que “no ha surgido ningún otro elemento probatorio que sitúe a Pavón en el rodado utilizado en el horario próximo a la comisión de los hechos ilícitos investigados, más allá de los insólitos e interesados dichos de Wagner”, ni que “permitan concluir con el grado de certeza que requiere esta instancia que efectivamente Wagner actuó conjuntamente con otro sujeto”.
En este orden de cosas, en lo atinente a las imágenes que reflejan las cámaras analizadas, el Tribunal consideró que “de ningún modo se puede concluir” que “en el asiento del acompañante circule una persona ni tampoco se ven elementos o partes del cuerpo que permitan concluir certeramente en ese sentido”, ni tampoco a partir de los dichos de las testigos.
Del mismo modo, respecto a que por el estado físico de Micaela y la resistencia que opuso debió actuar otro individuo, el Tribunal entendió “que ello no pasa de ser una conjetura que no encuentra respaldo en otros elementos probatorios, y ello es así por varias razones”, así como tampoco surge de ningún informe autópsico ni de la declaración del forense interviniente.
Finalmente, el Tribunal sostuvo que “la mención de una segunda persona junto a Wagner siempre es conjetural y no concluyente, mientras que asegura que “quiere ser muy cauto y meticuloso sobre esa cuestión de la eventual participación de otra persona”, pues entendió que “no puede quedar instalada la versión certera de los acusadores sobre tal extremo, pues deberíamos admitir como consecuencia necesaria de ello que entre nosotros anda suelto un violador y un asesino y que, además, los aberrantes hechos cometidos contra Micaela han quedado parcialmente impune”.
Los antecedentes de Wagner
“Lamentablemente no fue aportada por las partes en el debate mayores evidencias que pudieran ilustrar al tribunal en detalles acerca de los antecedentes que registra Wagner y no solo respecto a los procesos en los cuales fue condenado, sino también incluso en el que fue absuelto, pero en el que también se le atribuía un delito contra la integridad sexual de las victimas”, se lamentó el Tribunal apuntando contra la Fiscalía.
La versión de Pavón
Al abordar los testimonios de Pavón, el Tribunal recordó que “las partes acusadoras resaltaron que Pavón fue mendaz, con lo que el Tribunal coincide, cuando en un primer momento de la investigación negó conocer mayores datos de Wagner”, como ser que le facilitó la huida a Campana, que le dio dinero en efectivo, y que mintió sobre el Renault 18.
Finalmente, si bien el Tribunal coincidió con los acusadores en que Pavón fue mendaz en reiteradas oportunidades, “ello per se no resulta suficiente para involucrarlo en los hechos que se le dirigen como imputación principal, sino exclusivamente en la imputación alternativa por el delito de encubrimiento agravado”.
Pruebas físicas contra Pavón
Completando los argumentos sobre Pavón, el Tribunal destacó que “de todos los análisis científicos que se realizaron se encontró ningún tipo de evidencia material, como podrían ser huellas, pelos, sangre, o alguna prenda o la soga misma que dijo Wagner en un primer momento que se habría utilizado para matar a la víctima, y si bien es cierto que el automotor fue lavado y aspirado, lo cierto es que en ello Pavón nada tuvo que ver y que, a pesar de ello, igualmente se pudieron encontrar evidencias materiales identificables, como, por ejemplo, pelos de Micaela, tanto en el vehículo utilizado como en el interior de la aspiradora con la que se limpió dicho
rodado”.
Sobre Otero
Para terminar con la exposición de los argumentos contra los tres imputados, el Tribunal abordó la situación procesal del imputado Gabriel Ignacio Otero en relación al abuso sexual con acceso carnal y el homicidio triplemente calificado de Micaela.
Al respecto, entendieron que no habiendo existido acusación en relación al imputado Gabriel Ignacio Otero, ya que las partes acusadoras solicitaron su absolución por el beneficio de la duda, pero considerando que la defensa de éste reclamó que la absolución no sea por la duda, ya que había quedado fehacientemente acreditada su inocencia, el Tribunal coincidió en que “no existen elementos probatorios que permitan albergar alguna duda acerca de si Otero intervino o no en los sucesos investigados, habiendo quedado demostrado su total desvinculación con los mismos”.
El encubrimiento de Pavón
Abordada por el Tribunal la materialidad de los hechos y situación procesal de Pavón en relación al delito de encubrimiento agravado que se le imputó en forma alternativa, el Tribunal, habiéndose descartado la intervención de Pavón en los hechos principales, “no tiene dudas que tanto la materialidad de los hechos como la autoría de dicho inculpado se encuentran plenamente comprobados en relación al delito de encubrimiento agravado que los acusadores le efectúan como imputación alternativa”.
En ese sentido, el Tribunal recordó que “a través de las probanzas introducidas al debate se probó que Pavón, ya habiendo tomado conocimiento de la posible intervención de Wagner en los hechos que tuvieron como víctima a Micaela García, y sin haber participado en los mismos, ayudó a éste a fugarse desde esta ciudad a la casa de su progenitora en la Provincia de Buenos Aires”.
Calificaciones jurídicas
En cuanto a las calificaciones jurídicas, el Tribunal consideró, en consecuencia con los hechos que ha tenido por debidamente comprobado, “que en el caso de Sebastián Wagner su comportamiento antijurídico y culpable configura los delitos de abuso sexual con acceso carnal en concurso ideal con homicidio triplemente calificado por ser con alevosía, violencia de género y criminis causa, de conformidad a los solicitado por las partes acusadoras, por los cuales Wagner deberá responder en carácter de autor”.
Del mismo modo, respecto de la calificación jurídica de lo atribuido a Pavón en forma alternativa, que el tribunal considero debidamente acreditado, el Tribunal compartió la postura de las partes acusadoras, entendiendo “que configura el delito de encubrimiento agravado, por el cual deberá responder en carácter de autor toda vez que con su ilícito accionar Pavón ayudó a Wagner a eludir las investigaciones de la autoridad y a sustraerse al accionar de ésta, tal como lo establece dicha normativa, quedando debidamente probado, además, que ello fue para encubrir delitos especialmente graves, como lo exige la modalidad agravada del encubrimiento que se le atribuye.
Las penas
Por último, el Tribunal declaró a Wagner “autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal en concurso ideal con homicidio agravado por ser con alevosía, críminis causa y violencia de género, que tuvo como víctima a
Micaela García, y, en consecuencia, condenarlo a la pena de prisión perpetua y accesorias legales”, a la vez que ordenó “unificar la pena impuesta en el punto dispositivo que antecede con el lapso de pena que le resta cumplir al encausado Wagner en relación a la condena de 9 años de prisión y accesorias legales que le fuera impuesta”, debiendo cumplir esta condena en la unidad penal donde actualmente se encuentra o en la que oportunamente se determine perteneciente al Servicio Penitenciario Provincial.
Del mismo modo, declaró a Pavón autor material y penalmente responsable del delito de encubrimiento agravado, por el que fuera acusado en forma alternativa y, en consecuencia, condenarlo a la pena de cinco años de prisión de cumplimiento efectivo y accesorias legales, debiendo cumplir la condena en la unidad penal donde actualmente se encuentra o en la que oportunamente se determine perteneciente al Servicio Penitenciario Provincial.
Finalmente, el Tribunal absolvió a Otero en orden a los delitos imputados, disponiendo el cese de la prisión domiciliaria que viene sufriendo y su inmediata libertad.
Norman Robson para Gualeguay21

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