El camposanto: un tesoro histórico
Finalmente, a través de la Ley 10.600, la Provincia de Entre Ríos reconoció formalmente, como patrimonio histórico y arquitectónico, al Cementerio Municipal de nuestra ciudad, el edificio público más antiguo de la ciudad.
El cementerio abrió sus puertas el 27 de febrero de 1848, en tiempos de Juan González acá y Urquiza allá, luego de unos meses de construcción, y allí se mudaron quienes descansaban ya en el camposanto contiguo a la primitiva iglesia San Antonio.
En 170 años, a ese predio de 4,7 hectáreas fueron a descansar, en tierra, nichos o glamorosos panteones, la gran mayoría de quienes forjaron, de una u otra manera, la historia gualeya. Unas 35 mil almas que pasaron por estas tierras dejando a su paso pequeños trozos de historia que hacen a la historia grande de Gualeguay.
Hoy es el edificio público más antiguo de la ciudad, levantado en aquel entonces gracias a los aportes del Gobernador Urquiza y sobre un terreno donado por Doña Bruma Josefa Chiclana de Lerman,
Acuya administración estuvo en manos de la Iglesia hasta 1868, momento en que pasó a las manos del Estado provincial.
En su interior conviven todos los estilos arquitectónicos, mientras sus panteones, sepulcros y mausoleos, o sus nichos bajo sus galerías, testimonian la evolución de las costumbres y los gustos a través de los años.
Mutuales inmigrantes y criollas levantaron allí sus suntuosos edificios internos, como el Rocamora, el de La Argentina y los de los italianos y franceses, y, de igual manera, hicieron lo propio familias de renombre, como los Marcó, los Vasallo, los González Calderón, los Barroetaveña, y los Mac Dougall, entre tantos. Estos enriquecieron este espacio con destacadas esculturas, como el ángel del sepulcro de Marcó, o con originales imágenes, grabados y estatuas, las cuales decoran los diferentes tipos de sepulturas.
Cabe destacar que descansan en nuestro camposanto Don Jacinto Abreu, quien trajo a Garibaldi a Gualeguay, Bruno Alarcón, el tambor mayor del Gral. San Martín, Carlos Cassaffousth, constructor del dique San Roque y el puente Pellegrini, y Carlos Mastronardi, poeta y escritor, entre tantos otros.
No menos importante son los sectores de tumbas en tierra, ubicados al sur, donde impacta el colorido del sector infantil, o el “Cementerio Inglés”, un sector ubicado al norte destinado exclusivamente a la Comunidad Protestante de la región.
De este modo, con estos atributos, el cementerio local es el fiel custodio de nuestro patrimonio histórico, ya que las miles de historias que allí descansan forjaron la historia grande de Gualeguay.
Por ultimo, vale señalar que a partir de la declaración como patrimonio histórico y arquitectónico, el gobierno provincial deberá hacerse cargo de su mantenimiento, a la vez que cualquier intervención edilicia deberá contar con una autorización expresa de la Comisión de Lugares y Monumentos Históricos.
Normab Robson para Gualeguay21