Escribir desde lo profundo de un dolor personal
Norman Robson, director de Gualeguay21, fue entrevistado por Lucian Atkis para Escenario, Diario UNO Entre Ríos, sobre su primera obra literaria, Meelonías, la cual nace a partir de su necesidad de escribir como forma de superar una tragedia.

El escritor Norman Robson trabajaba para la industria frigorífica pero se reinventó como periodista en 2008, fundando Gualeguay21, un medio digital que hoy dirige. En este marco aprendió a explotar el uso de Internet y las redes sociales, donde hoy mantiene una activa presencia.
Su interés más profundo por la literatura se despertó a partir de una tragedia en 2011: la muerte de su hija de 15 años en un accidente, que lo llevó a escribir compulsivamente, tanto cuentos como poemas y pensamientos. De este modo y gracias a la gran aceptación que tuvieron sus textos, el 1° de diciembre de 2016 presentó en sociedad su primera obra: Meelonías, 55 cuentos de todo tipo. Hoy en día trabaja en una novela periodística que presentará en breve.
Escenario dialogó con el autor sobre su libro de relatos, por el cual fue ternado en la última edición del Premio Escenario de Diario UNO de Entre Ríos: “Siempre me gustó escribir, desde chico, pero eran cosas que terminaba guardando para mí o para el ámbito familiar. Pero en 2011, mi hija se mata en un accidente de moto. Ella se llamaba Melanie, pero sus amigas le decían Meel, de ahí sale Meelonías. Es una forma de digerir la tragedia, el trauma, todo el dolor y sufrimiento que me trajo su muerte. Lo canalicé así y empecé a escribir compulsivamente”.
Pasó un tiempo y Robson compartió sus escritos en las redes sociales, con buena repercusión entre sus contactos y seguidores, lo cual le dio el impulso necesario para finalmente compilar sus textos y publicarlos en un libro a través del sello editorial de la Fundación Jóvenes por los Derechos Humanos (FJDH).
“Si bien siempre fui de escribir pensamientos y poesías, los cuentos son lo que más me divierte, lo que más disfruto escribir, pero siempre y cuando pudiera provocar algo en quien los lee. Trato de que todo lo que escribo provoque algo, aunque sea bronca”, comentó Robson a UNO.
El impulso de escribir
Robson presentó su libro el 1° de diciembre de 2016, al conmemorarse el quinto aniversario de la muerte de Melanie. En el libro figuran cuentos de ciencia ficción, de historia, de política, cuentos de la crónica diaria, alegorías y hasta algún cuento erótico.
En setiembre Norman participó en la gala de nominaciones al Premio Escenario en Ibicuy, como uno de los nominados por la ciudad de Gualeguay: “Fue un mimo que me dio aliento para seguir por el camino que voy. Ahora tengo una novela terminada y otro libro de poesías, listos para largarlos al ruedo apenas tenga la oportunidad”.
Por último, UNO destaca que Robson solía ser un ávido lector, pero desde la tragedia de su hija no ha podido volver a concentrarse para terminar de leer un solo libro. Al contrario, se despertó en él un impulso de escribir incontenible: “No puedo leer, me ganan las ganas de escribir, cuando toda mi vida fui un lector. Es algo a lo que todavía no le puedo discernir el por qué, y lo trabajamos con mi terapeuta. Es un proceso de desahogo”.
Gualeguay21