La Rural local se manifestó sobre la sequía
Desde la Sociedad Rural Gualeguay hicieron llegar a nuestra redacción un documento titulado “Análisis de la Sequía en Entre Ríos y Medidas Urgentes para poder Afrontarla”, elaborado por el Ing Agr. Manuel Vaccaro.
El siguiente es el texto completo del documento:
La situación ante la sequía que afecta a la Provincia de Entre Ríos es extremadamente crítica, la Bolsa de Cereales clasifica el nivel de reservas de humedad en el suelo en siete categorías que van desde sequía a exceso, a la fecha la provincia entera se encuentra en sequía. Al 15 de Enero de 2018 aproximadamente el 88% de los lotes de soja de primera en la Provincia se encontraban en estado “muy bueno-bueno”, esta misma foto al 01 de Marzo de 2018 muestra que solo el 24 % de los lotes se encontraban en dicho estado. Hoy se está por debajo de este porcentaje, el cual se achica con el correr de los días ya que todos los lotes de soja se encuentran en fase reproductiva. Si bien no se puede determinar con precisión el rendimiento promedio que va a tener el cultivo de soja en la Provincia, se estima que podría ser entre 15 y 20 quintales por hectárea (qq/ha) (entre 11 y 6 qq/ha por debajo del rendimiento de indiferencia en campos arrendados, respectivamente). En el caso del cultivo de maíz, ya se lleva cosechado en la Provincia el 43 % de la superficie con rendimientos promedios de 44 qq/ha (aproximadamente 11 qq/ha por debajo del rendimiento de indiferencia). Si a estas pérdidas le ponemos números, estamos hablando, de que el productor Entrerriano perderá aproximadamente entre 295 y 161 (U$/ha) respectivamente y para el caso del cultivo de maíz de primera, 163 (U$/ha). Estas pérdidas podrían elevarse alrededor de los 750 U$/ha en maíces tardíos o de segunda “pérdidas totales” a nivel de lote. Por lo tanto para el caso del cultivo de soja (principal cultivo en la provincia) la pérdida promedio podría rondar los 230 U$/ha y las pérdidas de todos los productores de la Provincia de Entre Ríos serían de alrededor de 298 millones de U$. Como puede verse es una pérdida millonaria, pero cabe preguntarse ¿es mucho o poco?, comparado a lo que aportan todos los productores Entrerrianos anualmente al Gobierno Nacional en concepto de retenciones en años de rendimientos normales. El aporte que le harían hoy todos los productores Entrerrianos rondaría los U$ 289 millones, por lo tanto, transcurriendo hoy la sequia más importante de los últimos 44 años, la pérdida que van a tener todos los productores Entrerrianos en el cultivo de soja, es aproximadamente la misma que aportan anualmente al Estado Nacional. Si a este número lo extrapolamos a los 12 años del gobierno anterior, es una cifra elevadamente grande lo cual le han sacado al productor Entrerriano sin darle nada a cambio, este dinero tampoco lo vio el ciudadano que no es del sector, ya que no está en hospitales, educación, infraestructura, seguridad, servicios, etc. Si solo se hubiera guardado un 5% anual de ese dinero que era del sector y se hubiese creado un fondo anticíclico con capitalización, hoy los productores Entrerrianos no se enterarían de las pérdidas ocasionadas por la sequía, ya que el Estado Nacional tendría suficiente dinero del sector para devolverle y superar esta crisis. Ante esta situación tan grave que apena a todos los productores de la Provincia y gran parte del País. ¿Es lógico retenerle 85 U$/tonelada a un productor que va a perder como mínimo el 50% del capital que invirtió?. ¿Cuál es la justificación de una retención a un productor que va a perder todo el capital de trabajo y que no le va a alcanzar lo cosechado para pagar las deudas de insumos y compromisos financieros?. Con este impuesto distorsivo estamos asfixiando al sector más dinámico y generador de divisas, sino se toman medidas urgentes, van a seguir quedando muchos productores en el camino.
El sector agropecuario es totalmente consciente de la situación económica que afronta el Gobierno Nacional, producto de la herencia del gobierno anterior, esto lo demostró cuando una de las promesas de campaña era bajar las retenciones inmediatamente a la asunción, lo cual no se cumplió y el sector entendió que no era el momento y que había que poner el hombro. Hoy la situación es diferente, “no se le puede seguir sacando a los productores un porcentaje de las pérdidas”. Como tampoco se le puede seguir demorándole la devolución del 8% de retención sobre el importe de las ventas de cereales, el cual por ley debería estar como máximo, acreditado en la cuenta de IVA de los productores a los 30 días. Con el gobierno anterior había un atraso de 2 a 3 años en las devoluciones, el gobierno actual achicó la brecha y viene devolviendo cada dos meses, pero igualmente con un atraso importante, hoy una gran parte de los productores pagan intereses por descubierto en los bancos, se endeudan con créditos para solventar gastos de la actividad y por otro lado el Gobierno Nacional le tiene retenido este dinero, que debido al atraso asciende a montos importantes y cuando es reintegrado no lleva aplicado ningún interés por la demora en la devolución, como sí se pagan intereses abusivos cuando un productor no cumple en tiempo y forma con algún impuesto.
El sector Tambero y Ganadero no es ajeno a la sequía, no han quedado praderas, como tampoco, campos naturales, se han secados las aguadas naturales y en muchos casos los pozos. Se han tenido que anticipar los destetes, los cuales se van a vender más livianos (menores ingresos). Ya que se hace difícil soportar los gastos mensuales en comida, los cuales se han incrementado producto de la misma sequia (oferta-demanda). No hay pasto para sacar hacienda gorda de campos naturales, praderas, verdeos y se está entrando a un otoño-invierno seco, sin reservas de humedad y sin reservas de forraje, por lo tanto vamos a tener un invierno muy complicado, a lo cual hay que sumarle la baja rentabilidad que viene arrastrando el sector con precios del novillo prácticamente congelados (aumento de un 23% en $ del 2016 a la fecha y una caída del 10,7% en U$ en el mismo período). Por lo contrario, los gastos e impuestos de la actividad han aumentado muy por encima de los aumentos en el precio del novillo, por ejemplo la vacuna para aftosa subió un 113% en $ y un 64% en U$, en el mismo período. El impuesto inmobiliario se incrementó un 47% en promedio entre el 2016 y 2017, lo que equivale a “doce kg de novillo o un quintal de soja” (por hectárea), “no hay margen para un nuevo incremento del impuesto inmobiliario”. Tampoco las empresas van a estar en condiciones financieras de afrontarlo y habrá que evaluar una condonación o financiación accesible a partir de Mayo 2019. Lo otro que tendrá que evaluar la Provincia son los mecanismos de financiamiento a través del Ministerio de Producción (accesible burocráticamente a todos los productores registrados) o Bancos Privados, para poder afrontar el nuevo año productivo (2018/2019), con tasas acordes a la rentabilidad que tiene el sector. Esto ya se vivió en la anterior Emergencia Agropecuaria donde los productores que podían acceder a los créditos (muchos impedimentos para los productores chicos) no les quedaba otra que financiarse a “tasas productivas” las cuales eran muy superiores a las que genera la actividad. Por último y no menos importante la eliminación del impuesto a los ingresos brutos.
Espero que tanto el Gobierno Nacional como Provincial estén a la altura de la situación crítica que afronta el sector Agropecuario en toda la Provincia de Entre Ríos así como en gran parte de las Provincias productivas del País y se tomen de forma urgente las medidas que precisan los productores para continuar en la actividad.
Gualeguay21