Peronismo para desmemoriados
Frente a la confusión imperante hoy sobre el peronismo, promovida y aprovechada por unos para defender lo indefendible y por otros para justificar lo injustificable, vale la pena refrescar a algunos, e ilustrar a otros, qué es y qué significa.
En este sentido cabe recordar que el Peronismo es una doctrina política, económica y social que defiende la soberanía de la Patria en toda su dimensión, buscando el equilibrio entre los derechos del individuo y los de la comunidad, y poniendo el capital al servicio del desarrollo humano, en un marco de pleno estado de derecho para todos los individuos.
O sea, es una propuesta política democrática, nacionalista, republicana, popular, y socialmente justa, totalmente alejada de la estafa populista que imperó las últimas décadas.
A este respecto, vale señalar que el Peronismo es esencialmente democrático y popular porque propone que el gobierno haga lo que el pueblo quiere y que defienda sus intereses, a la vez que rechaza cualquier círculo político que se oponga a todo esto con otros intereses.
También vale apuntar que el Peronismo resalta la importancia del trabajo, no solo como fuente de dignidad para los individuos, sino como recurso esencial para la economía, sosteniendo que es justo que cada uno produzca, por lo menos, lo que consume.
A la vista está que ninguno de los últimos gobiernos ha gobernado en este sentido, aunque sí, todos, proclamaron hacerlo. En las últimas décadas, ninguno gobernó para el pueblo, sino que todos respondieron siempre a los intereses particulares de quienes ostentaban el poder.
Tal vez es por todo esto que el Peronismo proclamó siempre, y aún proclama hoy, a los cuatro vientos, querer un Gobierno centralizado, un Estado organizado y un Pueblo libre, para lograr una Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.
Por lo tanto, quienes hayan usurpado el nombre del Peronismo para traicionar todo lo expuesto NO son peronistas, sino simples oportunistas, meros estafadores políticos que explotaron la oportunidad de enriquecer sus círculos empobreciendo la Nación.
Tal la diferencia entre el Peronismo y sus corruptas imitaciones que uno de las premisas impuestas por el propio Perón fue: “Dentro de la ley, todo, fuera de la ley, nada”.
En definitiva, el peronismo es lo que siempre quiso ser el radicalismo, lo que todavía no pudo ser el macrismo, y lo que ambos permitieron usurpar en beneficio de sus pretensiones y en desmedro de nuestra Patria.
Norman Robson para Gualeguay21