Ser o no ser cómplices
Ante los trascendidos de algunos preocupantes hechos de violencia de distinto tipo en nuestra ciudad, pero que no estarían recibiendo el merecido trato por de la comunidad, es preciso insistir sobre algunas cuestiones.

En este sentido, es preciso recordar que quienes fueran víctimas o testigos de un delito y no lo denunciaran son meros cómplices de la inseguridad, no solo por encubrir la delincuencia, sino, también, por afectar negativamente la labor policial.
Del mismo modo, quienes facilitan la delincuencia con su silencio también serán cómplices de futuros delitos, incluso de aquellos que puedan costar vidas humanas, ya que su actitud de hoy entorpeció una gestión policial que podría haberlos evitado.
Por lo tanto, es deber ciudadano denunciar cualquier delito sea en las circunstancias que sea, así como también es deber de la policía y la justicia proceder en consecuencia, y en el caso de no ocurrir esto último, es obligación del ciudadano, también, denunciarlo ante la opinión pública.
Hoy los ciudadanos no pueden quejarse de la inseguridad y de los delincuentes, y criticar la labor de la policía y de la justicia si los mismos ciudadanos son cómplices de la situación por incumplir sus mínimos deberes civiles.
Si la ciudadanía no denuncia los delitos, y esconde así la realidad, la policía no se entera de lo que pasa y se le facilita su pasivo protagonismo.
En este escenario, con toda la razón que le confiere la estadística, la policía y la justicia puede gritar a los cuatro vientos que se vive en la más plena de las seguridades, aunque la realidad sea que cada noche ocultemos decenas de hechos lamentables.
En definitiva, encubrir un delito no tiene excusas en ningún contexto y de ningún tipo, ni aquellas fundadas en el miedo, menos las promovidas por el egoísmo.
Norman Robson para Gualeguay 21