Desafortunada declaración del HCD politizando el orgullo gay

Alrededor del mundo, la marcha o desfile del orgullo gay ha sido siempre acompañada por sus sociedades reconociendo una triste historia de injusticias y restaurando sus derechos. Hoy, aunque aún sobreviven el odio y la discriminación, los derechos de todos ya no se discuten, y eso es una conquista de la sociedad moderna que no es propiedad de ideología política alguna. A pesar de esto, en Gualeguay, los “legítimos representantes del pueblo” aprovechan un legítimo reconocimiento para atacar al gobierno nacional actual. Estas son las ocasiones en que la gente se pregunta si leen lo que votan y si saben que representan los intereses del pueblo y no de ellos.
El pasado jueves 20 de noviembre, el Honorable Concejo Deliberante aprobó, con oportuno acierto, declarar de interés de ese cuerpo “la primera Marcha del Orgullo LGTBIQ+” en Gualeguay, la cual se llevará a cabo el próximo sábado 30 de noviembre en horas de la tarde. El objetivo de la misma, según reza la resolución, es que la sociedad gualeya visibilice la situación de quienes aún son discriminados, combatir el estigma social y la vergüenza, y unificar la comunidad de Gualeguay, pero, lamentablemente, dice que su objetivo también es “evitar el retroceso en materia de derechos, tal como quiere este gobierno liberal”. A ésto agrega la consigna de que “no hay libertad con ajuste y represión”.
En síntesis, el considerando de la declaración, aprovechando el planteo de la legítima necesidad de erradicar la discriminación y el odio en la sociedad, identifica esos flagelos con un gobierno y con una ideología, a la vez que menciona el ajuste como un agravante de la situación, y pretende instalar un falso escenario de represión.
De esa forma, el “honorable” cuerpo, mientras con atino y justicia se interesa por una necesidad legítima, aprovecha para introducir, entre líneas, la política partidaria y promueve el rechazo al gobierno nacional, el cual hace menos de un año fue elegido por la mayoría del pueblo. Una actitud que no merece la campaña, ni la comunidad.
Cabe destacar que la medida fue votada con nueve por la positiva, tres abstenciones, y ninguno por la negativa, mientras que quienes se abstuvieron no manifestaron estar en contra del ánimo político de la resolución, sino por pruritos por la cuestión de fondo.
La realidad histórica y presente de la homosexualidad nada tienen que ver con la ideología, pues una no define a la otra, ni al revés. Interponer la política es una lisa y llana falta de respeto al problema, y a toda la sociedad. Vergonzoso.
Norman Robson para Gualeguay21