6 febrero, 2025 11:52 pm
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El Garrahan por dentro de la mano de un pediatra gualeyo

Cevasco Garrahan

La salud pública es la cancha donde los humanos comunes disputan su bienestar a la enfermedad, cuando no a la muerte. Tal vez por eso cuando uno entra a esa cancha lo asaltan esos sentimientos encontrados que van desde el miedo hasta la esperanza. Ese concierto de emociones se potencia cuando uno entra al hospital Garrahan, ese monstruo federal en el que coinciden dramas desde todos los rincones de este país, una megaestructura dispuesta a contener el drama 24 horas al día, 7 días a la semana. El Dr. Patricio Cevasco es gualeyo, trabaja allí y recibió a Gualeguay21 para mostrar ese maravilloso referente argentino de la salud pública.

El Hospital Prof. Dr. Juan P. Garrahan es el centro pediátrico de referencia en salud pública, gratuita y de alta complejidad de la Argentina y Latinoamérica desde su inauguración en agosto de 1987. Desde entonces lleva realizados casi 3 mil trasplantes y unas 300 mil cirugías.

“Me recibí de médico y de pediatra en Rosario, y, acá en Buenos Aires, me gradué en docencia universitaria en el CEMIC, y en el Garrahan hice las especialidades en medicina interna y en terapia intensiva pediátrica”, responde el Dr. Cevasco cuando le pedimos que se presente. Pero cuando le preguntamos qué le gusta de su profesión, Cevasco es mucho más contundente: “Para mí, poder brindar esta salud pública en la Argentina, de calidad, con la más alta tecnología y aun mayor nivel académico, para gente de realidades muy difíciles, es un acto de nobleza muy grande que me llena de orgullo”.

Mientras recorremos, nos cuenta sobre el Garrahan, un complejo de cuatro plantas sobre 1,2 hectáreas, con casi 600 camas, 132 de terapia intensiva, 18 quirófanos, 200 consultorios, Neonatología, Unidad de Quemados, Banco de Sangre, Banco Público de Cordón Umbilical, Banco de Tejidos, Banco de Tumores y Laboratorios de Biología Molecular. Gracias a todo eso, al año recibe más de 600 mil consultas y realiza 11 mil cirugías.

Cevasco, que ya lleva casi 4 años trabajando en el Garrahan: los primeros dos años en internación y desde entonces en terapia intensiva, nos cuenta que hay cinco unidades de cuidados intensivos pediátricos llamadas UCIPs. “Son dos polivalentes con 17 camas cada una, una para quemados con siete camas, una para inmunodeprimidos, también con 7 camas, y una terapia de recuperación cardiovascular con 20 camas”, nos detalla.

En el mismo sentido, el pediatra advierte que hay diez salas de internación con cuidados intermedios y moderados. “Las llaman CIM, son salas generales, pero no como las de los hospitales, sino más complejas”, explica, y agrega: “En realidad las salas generales de acá son como terapias intermedias”.

En la recorrida, Cevasco también destaca la importancia que le da la institución a la formación profesional, dedicándole toda una planta, con aulas de distintos tamaños y auditorios. “Hasta contamos con el primer Centro de Simulación en un hospital público pediátrico”, resalta. Del mismo modo, el médico también destaca el Programa Nacional de Telemedicina, una innovadora modalidad para el seguimiento de pacientes a través de plataformas telemédicas, con más de 200 oficinas en todo el país, y un servicio de interconsultas a distancia, que ellos llaman OCD.

Por último, para poder magnificar la operatoria de este centro de salud con mas de 4 mil trabajadores, basta conocer su proyección presupuestaria para el 2024, unos 63.700 millones de pesos repartidos de la siguiente manera: casi 80 porciento por parte de la Nación y casi 20 porciento por parte del Gobierno de CABA, mientras que por autogestión apenas obtiene un 2,5 porciento.

Al recorrer las instalaciones, presenciamos distintas escenas, para ellos rutinarias, pero que a nosotros nos impactan. Son gurises y padres atravesando situaciones complicadas, de las que no saben si zafan. No podemos ser indiferentes a eso. Es por eso que, al terminar la nota, nos quedamos pensando en la enteresa y el temple de esos médicos como Cevasco, y el personal en general, verdaderos gladiadores de la salud pública, realmente comprometidos con esas criaturas y sus familias. Nuestras gracias por eso.


Foto: Un lugar donde hasta las paredes contienen a los pequeños enfermos y sus familias. “Muchas veces curamos, otras veces aliviamos, pero siempre acompañamos”, advierte una de ellas.

Norman Robson para Gualeguay21

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