El INTI trabaja en el monitoreo del río Gualeguay

El Plan de Monitoreo se desarrollará durante cinco años durante los cuales se generará un Diagnóstico Ambiental de la cuenca a partir de las observaciones y el análisis de datos técnicos resultantes de muestreos y mediciones. Se estudiaran las características del entorno, se identificarán los impactos ambientales y se evaluará su variación a lo largo del tiempo.

Tendrá tres etapas, la primera será de Definición del proyecto (Análisis preliminar, Capacitaciones y formación de grupos de muestreo y laboratorios); la segunda será la Implementación (Generación de línea base y análisis de datos); y la tercera prevé posibles Replanteos (Evaluación y redefinición).  Así cada región y municipio tendrá la capacidad de monitorear y estudiar sus propios recursos hídricos.

Según este convenio la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos y los municipios que comparten la cuenca del Río Gualeguay brindarán información sobre industrias y emprendimientos productivos, asistirán la definición de las estaciones de muestreo y en articulación con los Consejos Deliberantes trabajarán para conseguir los recursos humanos y económicos necesarios. La Secretaría también colaborará con los laboratorios de la región para efectuar análisis fisicoquímicos y bacteriológicos.

El INTI ofrecerá apoyo tecnológico en la forma de asistencia y asesoramiento técnico para la programación y realización del Plan de Monitoreo; calificará al personal responsable de la tarea de monitoreo mediante seminarios, talleres, entrenamientos de laboratorio y demostraciones en campo, analizará la información recabada durante el monitoreo, la contextualizará, emitirá los correspondientes informes y los pondrá a consideración de la mesa técnica. También propondrá mejoras sobre las acciones realizadas en función de los resultados obtenidos y los objetivos perseguidos.

La Provincia hará públicos todos los resultados obtenidos, cumpliendo con la Ley Nacional N° 25.831 (régimen de libre acceso a la información pública ambiental) y las ONG “Salvemos al río Gualeguay”, el Foro Ambiental de Gualeguay y la Asociación por Villaguay actuarán como veedores, debiendo denunciar los posibles incumplimientos.

El presidente del INTI Enrique Martínez  remarcó que por primera vez se decide un monitoreo a partir de la planificación y prevención de los problemas y no luego de detectados. “Por primera vez se decide el monitoreo de un río interior a través de un convenio entre la provincia que recorre ese río, los municipios más importantes ubicados en sus márgenes y un organismo tecnológico como el INTI”, manifestó, agregando que es vital tener en claro cuáles son los efectos de las acciones humanas sobre el río, tanto en la actividad agrícola como de los efluentes de las ciudades y de las industrias.

“Si logramos tener idea precisa de cuál es el impacto de cada una de esas actividades sin prejuicio previo, sin agigantar ningún problema pero tampoco ocultándolo, podremos tener una política de tratamiento de esas tres facetas que afectan al río. Y como contrapartida tener una política adecuada de utilización para riego esencialmente que es una necesidad pendiente que no debería quedar en manos de particulares sino con una planificación global del Estado”.

Actualmente el plan se encuentra en su primera etapa, en la que el INTI está capacitando agentes de cuatro grupos de muestreo que realizarán el relevamiento preliminar de datos y toma de muestras de manera autónoma, representando cada uno a un departamento de influencia sobre la cuenca. Además, entre otras actividades, se avanza en los análisis previos sobre características morfológicas e hidrológicas de la cuenca y compilación en base de datos de las posibles fuentes de impactos negativos con geo-referenciación.

Estos estudios serán herramienta estratégica para el desarrollo de un Plan de Aprovechamiento Sostenible de la cuenca del Río Gualeguay y también servirán de antecedente para la creación de normativas de conservación de cuencas.

La provincia de Entre Ríos cuenta con una gran diversidad de fuentes de agua dulce superficial, entre ellas la cuenca del Río Gualeguay que cubre aproximadamente un 30 % de la superficie total de la provincia y que podría verse afectado por los residuos de origen antrópico:

• Crecimiento potencial del sector productivo agropecuario: los diferentes usos del suelo pueden contribuir al desequilibrio del sistema acuático, tanto por las modificaciones introducidas al escenario natural como los desmontes como al aporte de nutrientes y plaguicidas químicos y desechos orgánicos.

• Actividad industrial: sus residuos podrían llegar a generar un impacto negativo en un sistema receptor  dada la diversidad de los mismos: materia orgánica, metales pesados, incremento de pH y temperatura, entre otros.

• Actividad poblacional: las aguas servidas, los desechos sólidos urbanos y los generados en actividades recreativas pueden impactar en las aguas al introducir microorganismos patógenos, metales y compuestos orgánicos persistentes.

Por todo esto se necesita un control especial de la calidad y salud de las fuentes de agua, y de la producción sustentable y sostenible de la actividad humana para preservar los derechos de las generaciones futuras. El agua es unos de los recursos naturales más importantes de la naturaleza, constituyendo el medio básico de todos los procesos de vida, pero a pesar de su abundancia la disponibilidad de agua útil -dulce- es muy escasa y limitada, siendo las fuentes de fácil acceso manantiales, ríos y lagos. Debido al crecimiento poblacional (que implica consumo, higiene y recreación), y al mayor desarrollo industrial, paulatinamente  el agua se convierte en receptor de las descargas contaminantes y aunque la naturaleza es sabia, la actividad humana no le da tiempo a recuperarse.