Gualeguay se animó y realizó su primera Marcha del Orgullo

Alrededor del mundo, y desde hace mucho tiempo, la comunidad homosexual se manifiesta anualmente en lo que llaman Marcha del Orgullo. Se trata de un colorido desfile donde exhiben sus decisiones sexuales para reivindicar sus derechos civiles luego de una larga historia de represión, rechazo, discriminación y estigmatización. Una movida que con el tiempo fue derribando los prejuicios y aún hoy busca inclusión. Que ésta llegara a Gualeguay, un pueblo extremadamente conservador del interior, era impensado, pero, finalmente, la comunidad se animó, y la sociedad acompañó. Aunque con la tibieza y las ausencias propias de una primera vez.
Para colmo el cielo amenazaba arruinar la fiesta con esporádicas gotas. Indiferentes, desde las 18 horas se fueron arrimando a Plaza San Martín, y el arcoiris multicolor se empezó a ver de distintas formas. Para muchos era una deuda pendiente que había que saldar. Al rato, ya tenía forma de concentración, y se lanzaron a la calle. Pamela Maidana, la reconocida referente, lideraba la movida megáfono en mano, y, detrás de ella, el crisol homosexual multicolor muñido de carteles y banderas.
Así arrancaron: abriendo la marcha un utilitario poniéndole ritmo a la marcha, y todos bailando, riendo y exhibiendo su orgullo. Los gremios Ate y Agmer se hicieron presentes, al igual que particulares. Claro está que, a pesar de su aficción a participar y tomarse fotos, la Intendenta no estuvo presente. De parte del Estado, solo dos concejales y ambas de la oposición. “No garpa”, dijo alguien, “son de los otros”, se escuchó también, como si la cuestión tuviera color político.
De ese modo, comenzaron a marchar, cuadra por cuadra, mientras desde las veredas tímidos vecinos observaban y, algunos, se animaban a alentar y aplaudir. Así, como sin querer, se fue engrosando la columna con gente común, matrimonios, y niños.
Ya en la Plaza Constitución, el escenario esperaba y, desde allí se recordó a Emma Barrandeguy, a Mariel Velázquez, Pérez Petre y a la propia Pamela, a la vez que se realizaron distintas exposiciones. Entre éstas, se cantó el tema Puerto Pollenza, un tema de Marítima Ross inmortalizado por Sandra Mihanovich en los ochentas, que cuenta cómo dos personas superaron el miedo a amarse. Una de las primeras manifestaciones públicas que, terminando la Dictadura, se animó a insinuar una relación entre personas del mismo sexo.
Si bien no fue una manifestación multitudinaria, y hubo muchos conocidos ausentes, al ponderar que fue la primera, que el clima no ayudó, y que se trata de una sociedad aún prejuiciosa y aferrada a viejos dogmas y preconceptos, la marcha fue un éxito. Tanto que, de acá en más, deja un gran desafío para la comunidad: hacer de la edición 2025 una marcha más amplia.
Y un dia, “se esfumó la habitación…, la gente…, y el miedo se escapó por la ventana…”
Norman Robson para Gualeguay21