Informe climático y estado de las reservas
La transición de enero para febrero insinuaba la llegada de masas de aire tropical con potencial para cambiar el patrón seco instalado en el bimestre previo, cuestión que al fin se concretó en la primera semana del corriente mes.
En forma alternada y con celdas de tormenta que se fueron desplegando principalmente sobre el este de la provincia, finalmente llegaron sistemas precipitantes que dejaron montos pluviales destacados.
Como decíamos, el mes de febrero comenzó alternando lluvias en todo el territorio provincial a lo largo de toda la primera semana del mes; sin embargo es importante destacar que la demanda de lluvia para recomponer satisfactoriamente las reservas se ubicaba en niveles de probabilidad difíciles de alcanzar. Es decir, para lograr cambios significativos eran necesarias precipitaciones superiores a los 80 milímetros. Esto no se concretó de manera uniforme, pero igualmente las mejoras se notaron.
Luego de esta primera semana mayormente húmeda sobrevino un período caracterizado por condiciones ambientales muy rigurosas. Casi diez días sin precipitaciones y con temperaturas que superaron largamente los valores normales para el mes de febrero. Esta desfavorable coyuntura climática que repetía episodios de diciembre y enero, encontró su término durante el último fin de semana, donde nuevamente se observaron lluvias generalizadas, que por sectores fueron muy intensas.
En el mapa se resumen las lluvias de lo que va de febrero. Se observan extendidas zonas donde las precipitaciones superaron los 200 milímetros, en algunos casos se ubicaron en valores cercanos a los 300 milímetros. Lamentablemente la contracara de esta situación se presenta en el noroeste de la provincia, donde la oferta de agua fue mucho más modesta.
ESTADO DE LAS RESERVAS AL 22/02/2012
Finalizando el mes de enero la condición de humedad se presentaba muy ajustada, con importantes zonas productivas donde la soja entraba en floración en condiciones de sequía. El oportunismo de las lluvias de principio de mes, bien pudo haber salvado parte de la cosecha de la oleaginosa entrerriana, aunque en rigor de verdad las precipitaciones llegaron con una semana o diez días de atraso.
Considerando la importante mejora pluvial, que se resume en el mapa, la situación hídrica de la provincia se ha recompuesto favorablemente. Aparecen zonas en el sur donde se sostienen temporariamente los exceso hídricos, los cuales fueron muy extendidos sobre el este, al final de aquella primera semana del mes.
Claramente del centro para el noroeste de la provincia las reservas de humead expresan un panorama más complicado, principalmente en el departamento La Paz. Las zonas que han recibido lluvias del orden de los 60 milímetros en las últimas tres semanas, lógicamente no pueden mostrar una mejora destacada en las reservas, no luego de arrastrar un bimestre de deficiencias pluviales y de haber debido soportar períodos con exigencias atmosféricas muy destacadas.
El noroeste de Entre Ríos se acopla a las vecindades de Santa Fe y a gran parte del NEA, para definir un sector donde los problemas hídricos subsisten. Para el resto de la provincia y si bien el panorama aún no puede considerase resuelto, la mejoría tiene mayores posibilidades de sostenerse.
En el corto plazo podrían concretarse algunas lluvias menores durante el fin de semana sobre el sur. Sin embargo, las precipitaciones de mayor volumen, recién retornarían para comienzos o mediados de la semana próxima. Las mismas serán necesarias para afianzar este incipiente patrón más húmedo.
BCER