La construcción de un país justo se obtiene con un compromiso cívico
Para transformar y lograr la sociedad que todo ciudadano argentino desea, deberíamos ponerle la misma pasión a la participación que le ponemos a la camiseta argentina.
Venimos de un excesivo individualismo. Para mí generación fue válido el argumento del ‘no te metas porque es peligroso’. Pero hoy, que tenemos la democracia que tanto nos costó, para las nuevas generaciones, el no te metas ya no es un argumento.
Tenemos que participar, involucrarnos y saber que no hay nada más peligroso que no meterse. O sos parte de la solución o sos parte del problema. ¡Seamos la solución!
Deberá partirse de la unión. Construir un puente para ir de la sociedad hacia la comunidad. Si cada sociedad vive como comunidad, los valores se transforman en acciones.
Y si, en lugar de hablar de la sociedad argentina, pudiéramos hablar de la comunidad argentina, podríamos afirmar en los valores de lo común que estamos unidos, no porque forzados o agrupados en el territorio, sino porque estamos reconocidos no solamente como hermanos, sino como conciudadanos que no habitan un lugar, sino que construyen, desde ahí, una Nación.
La Argentina como Tierra prometida es la Nación del porvenir cuando ya no esperamos que suceda lo que merecemos, sino que nos comprometemos con lo posible para que el futuro no sea lo que vendrá sino lo que hacemos para que suceda.
Rabino Sergio Bergman