La Justicia no es ciega: Dime quien eres y vemos…

El domingo 29 de mayo, con horas de diferencia, un conocido malviviente robó del auto de un pobre gaucho laburante un lote de herramientas, y otro, también conocido, se robó de la casa de una señora mayor un celular. Del robo al pobre gaucho, los fiscales nunca quisieron ocuparse, y hoy se encuentra reclamando justicia frente a Tribunales. Del robo a la señora, ya aprendieron al ladrón, ya le dieron año y medio, y está esperando para ser trasladado al penal. La señora es la madre del fiscal.
Al pobre gaucho laburante le robaron sus herramientas del auto en la madrugada del domingo, y ese mismo día denunció el hecho en Jefatura. El lunes fue a Tribunales y le dijeron que no había fiscal de turno. Como sus herramientas se vendían en la Saladita, llevó el dato el martes, y alguien de fiscalía le dijo que se ocuparía. Fue el miércoles y una fiscal también le dijo que se ocuparía. Fue el jueves y le dijeron que estaban todos ocupados.
Finalmente, el viernes decidieron hacer un allanamiento, el cual realizaron el sábado. Por supuesto, de las herramientos del pobre gaucho laburante no encontraron ni el olor.
Por el otro lado, a la señora le robaron el celular de la casa el domingo, durante el día, y, de inmediato, le contó al hijo fiscal. Rápidamente se instruyeron las pesquisas correspondientes, y, apenas identificado el ladrón, ordenaron el allanamiento correspondiente. El mismo se ejecutó el martes, se encontró la ropa que usaba y la bicicleta, se detuvo al ladrón, pero no apareció el celular. Finalmente, el viernes, el vecino que se lo había comprado, se presentó voluntariamente en Jefatura para devolver el celular.
Como resultado de todo esto, el reo aceptó un juicio abreviado con una pena de año y medio de prisión efectiva, y está en Jefatura a la espera del traslado a la Unidad Penal 7, donde cumplirá su condena.
Mientras el lector lee ésto, el delincuente que robó a alguien descansa en el calabozo, y el nadie al que le robaron sus herramientas de trabajo, y no puede trabajar, reclama, solitario y en la vereda, algo de justicia.
Moraleja: Si tenés parientes en la Justicia, existís, si no los tenés, y tampoco sos importante, o tenés plata, no existís.
Norman Robson para Gualeguay21