La sequía es grande y dañina
El daño por sequía no es mínimo y hay que ser responsable, evaluar la realidad y planear la superación. Seriamente se pronostican en 2011/12 por lo menos 14 millones menos de tt de granos, lo que es más del 15% de retroceso en la producción.
La ganadería, los cultivos regionales y la producción lechera también están muy afectados. Cualquier país u organización respetable que se encuentra ante una situación de balance negativo debe reconocerlo, y para recuperarse, volver al crecimiento y desarrollar su potencialidad, mucha en Argentina, reflexiona sobre lo que hizo y lo que dejó de hacer, so pena de declamar sin corregir.
El riesgo climático es inmanejable y siempre con sorpresas. Para ello está la ley de emergencia con instrumentos de no fáciles suministros suficientes y oportunos; el gobierno ha demostrado interés en actuar, sin hacerlo con la celeridad y magnitudes necesarias.
Los seguros de riesgo mejores que existen son no dificultar la producción, permitir la renta natural que se canaliza en este sector espontáneamente hacia la reinversión, y eliminar la fenomenal confiscación y discriminación impositiva que lo agobia, sin perjuicio del estudio y puesta en marcha de un sistema serio que apunte a asegurar y no a la captura y manejo de fondos que se escapen al objetivo.
Pero la verdadera política de fondo se libra en la renta y su destino. En la producción agropecuaria es inadecuada para la mayoría o inexistente para muchos, más vale inclina hacia el quebranto y la pobreza, con un sistema impositivo confiscatorio como gravar la producción y la venta con retenciones, ingresos brutos e impuestos al cheque.
Los argentinos nos debemos el debate y la decisión sobre quiénes la asignan, quiénes crean mejores, mayores y productivas fuentes de trabajo, quiénes obtienen mejores resultados económico-sociales. Pensamos que debe cambiarse hacia un sistema que tenga como eje la producción y el trabajo. Que se tiene derecho a las ganancias legítimas, por qué no, a la no confiscación de ellas. Y también creemos que junto a la dirigencia política, gremial y restante empresarial somos los mayores responsables de esta transformación que se nos reclama y reclamará.
Sí pedimos a los tres poderes del gobierno, a nuestros representantes y elegidos, la asistencia que nos corresponde por emergencia y sequía. Si les pedimos la sanción de presupuestos racionales equilibrados. Si les pedimos a ellos, a la república, un sistema impositivo nuevo basado en ganancias y coparticipación, sin confiscaciones, inequidades ni discriminaciones. Si pedimos y necesitamos comercializar trigo y maíz sin trabas e intervenciones caprichosas e inútiles que nos perjudican mucho y captan la renta hacia otros sectores con privilegios marginales. Si queremos participar y asumir las responsabilidades que nos correspondan.
Sociedad Rural de Rosario