Petaco Barrientos, ex jefe narco y de la barra brava de Patronato, fue asesinado
En las primeras horas de la tarde del pasado sábado, en un loteo de Colonia Ensayo, donde su familia tiene una casa, Gustavo “Petaco” Barrientos fue ejecutado de cinco tiros. El reconocido jefe narco, que hasta noviembre de este año esta cumpliendo una condenado a 11 años por el crimen de Gimenez y Godoy en 2015, se encontraba solo con su esposa en una salida familiar. Conocida su historia vinculada al crimen entrerriano, podría tratarse de un ajuste de cuentas, y, por ello, temen que se desate una guerra de bandas. La Policía y la Justicia están en alerta. Su paso por el penal de Gualeguay, donde organizó un baile de fin de año y se casó.
El hecho tuvo lugar en la tarde de este sábado 18 de febrero, en el loteo Los Cardales de la ruta provincial 11, en la zona de la localidad de Colonia Ensayo. De acuerdo a las investigaciones, un grupo de por menos cuatro personas, con uniforme policial color beige y chalecos, todos armados, llegaron a alta velocidad en una camioneta Toyota SW4 negra, descendieron, y acribillaron a tiros la vivienda en la que se encontraba el ex barrabrava de Patronato y jefe narco con su pareja. “Según los dichos de la mujer, reventaron la puerta e ingresaron haciéndose pasar por policías”, expresó el funcionario en declaraciones a Canal 11. De los múltiples disparos, cinco impactaron en el cuerpo de la víctima.
En las últimas horas, luego de verificar cámaras de seguridad, se ubicó la Toyota en un camino vecinal de la localidad, desde donde se habrían alejado en lancha. La camioneta había sido robada en Rosario, en enero de 2022. Dentro de la misma se encontraron armas largas, múltiples municiones y ropa.
Gustavo Andrés “Petaco” Barrientos, quien tenía 45 años, supo ser jefe de la barrabrava de Patronato y capo narco, y alguna vez fue condenado por intentar asaltar un local de Megatone, pero sus vínculos con la política siempre lo beneficiaron, hasta que el crimen de Giménez y Godoy fue demasiado, y terminó condenado a cumplir 11 años de prisión.
“Matías y Maximiliano habían decidido ver, en el playón de estacionamiento del barrio, si podían solucionar el desperfecto mecánico del auto, que no había forma de ponerlo en marcha. Maximiliano quedó junto al capot y Matías dentro del vehículo, tratando de hacerlo arrancar”, cuenta Daniek Enz en su libro El Barrabrava, y continúa: “Casi ninguno de ellos se percató de la rápida llegada de una moto, con dos ocupantes. Reaccionaron cuando el sentado en la parte posterior sacó una pistola 9 milímetros y efectuó más de 10 disparos, a no más de dos metros de distancia”. Fue en el barrio Paraná XX, el 9 de noviembre de 2012.
Por aquel crimen, Barrientos firmó un acuerdo de juicio abreviado, en el que aceptó su responsabilidad, y se le impuso una pena de 11 años de prisión, la cual cumplió en las cárceles de Paraná, de Ezeiza, de Gualeguay, de Gualeguaychú.
Barrientos ganó su poder como jefe de la Barra Fuerte de Patronato. Creció con el club, a la vez que dominaba las economías del delito en los barrios Municipal, Lomas del Mirador e Hijos de María de Paraná. Esa actividad lo llevó a la.carcel en 2008 por el asalto frustrado de una sucursal de Megatone en Paraná. En diciembre del año pasado Barrientos obtuvo de la Jueza de Ejecución de Penas, la Dra. Cecilia Bértora, permiso para salidas familiares.
Su paso por Gualeguay
El 25 de febrero de 2016, poco después de las 10 horas, estando alojado en la Unidad Penal N° 7, Barrientos contrajo matrimonio con la paranaense Verónica Vanesa Martínez, de 30 años, con quien llevaba tiempo de novio. La ceremonia se concretó en el Registro Civil local, a puertas cerradas, sin acceso de la prensa, y en medio de un fuerte operativo. La calle del Registro fue interrumpida por unas horas, por varios móviles del Servicio Penitenciario y no se permitió el acceso de ninguna persona.
Si bien Barrientos había sorprendido a todos el año anterio, cuando contrató a dos grupos cumbiamberos (uno de ellos fueron los santafesinos de Cali), para una fiesta de fin de año en la cárcel, esa vez no hubo ninguna fiesta.
A pesar de todos los beneficios recibidos, el 28 de junio de 2017, en horas de la madrugada y en el más absoluto silencio, Barrientos fue trasladado desde la UP7 hasta el complejo Federal de Ezeiza, pues se estableció que dentro de la cárcel seguía manejando sus negocios delictivos. Según se supo en ese entonces, el Ministerio Público Fiscal pudo confirmar que, aunque preso, Barrientos tenía los medios para seguir dando órdenes a los integrantes de su banda.
Al volver a la provincia, a la Unidad Penal 2 de Gualeguaychú, en 2021, luego de un sospechoso evento, se le requisó la celda y se le encontraron varios celulares de alta gama. Esto motivó que, finalmente, volviera a la cárcel de Paraná.
Gualeguay21