17 marzo, 2025 3:14 am
Rectángulo Image

Ser creados y ser creadores

Un buen comienzo para ingresar en esta dimensión es reconocer y agradecer que somos criaturas (es decir, que fuimos creados), y que esa noción de por sí merece un grado de reverencia. No por alardear, desde una inmerecida omnipotencia, del producto terminado que somos, sino por lo que fuimos.

Es decir, agradecer que somos el resultado de un proyecto de amor y de creación. Y agradecer también que en el corazón de estas criaturas que somos anida asimismo la chispa de la interrogación, y que todo el tiempo nos preguntamos acerca de nuestros orígenes, de nuestra realidad, de nuestro y del porqué de nuestras vidas.

 

 

Ahora bien, ¿cómo procesamos esta capacidad constitutiva? Por un lado, con reconocimiento y agradecimiento de que eso sucedió y que tenemos el don de la vida. Pero, al mismo tiempo, estableciéndonos nosotros como origen de creación. Es decir, retomando la certeza de que esa creatividad que nos dio origen es una potencia que nos permite volver a crear y a recrear.

Por eso propongo, como acto creativo fundante, ser humanos. Ya que todo ese trabajo es profundamente creativo. Porque nos obliga a formular una serie de preguntas que contienen, en su matriz, el signo de la creatividad. ¿Cómo vamos a proceder?, ¿cómo pensamos encararlo? ¿Qué caminos estamos dispuestos a tomar? No es algo que podamos afrontar desde la repetición, sin dudas. Porque se trata de buscar y de pensar nuevas oportunidades para hacernos humanos en creatividad.

Esta es una tarea que se da en el tiempo: nos vamos haciendo, nos vamos trabajando. Pensemos en un artista. ¿Con qué cuenta un artista? Con una técnica, y con herramientas adecuadas. Un pintor, por ejemplo, tiene un lienzo, óleos y pinceles. Y con ellos va creando, lentamente, su obra. La va modificando. Tiene momentos de inspiración, y gracias a ellos luego es capaz de encarar su trabajo (un trabajo que no sucede sin esfuerzo). Propongo, en nuestro caso, ocupar el lugar del artista: Seamos artistas de nuestra vida y de nuestra humanidad.

Busquemos, para ello, una inspiración para ser creativos en algo: en cómo somos, en cómo nos vamos constituyendo, en cómo nos vamos haciendo. Y no lo pensemos nunca en términos de conflicto, sino de oportunidad. Es decir, tenemos frente a nosotros la posibilidad trascendente de poner en juego un acto creativo. Y eso es muy valioso.

Rabino Sergio Bergman

× HOLA!