26 marzo, 2025 10:40 am
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Tendencias sobre pobreza, hambre y alimentación

Chicos pobres

El Panorama 2024 informa que América Latina y el Caribe han presentado una reducción en la prevalencia tanto del hambre como de la inseguridad alimentaria, siendo la única región con esta tendencia a nivel mundial. Se trata de un trabajo realizado en conjunto por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Según este informe, la prevalencia de subalimentación cayó de 6,6 porciento en 2022 a 6,2 porciento en 2023, continuando con la tendencia observada entre 2021 y 2022. Esto significa que 2,9 millones de personas dejaron de padecer hambre en nuestra región con respecto a la cifra previa.

La misma tendencia se aprecia respecto a la prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave, que disminuyó de un 31,4 porciento en 2022 a 28,2 porciento en 2023. Es decir, 19,7 millones de personas en América Latina y el Caribe dejaron de padecer inseguridad alimentaria. La mejora en las cifras está impulsada por la subregión de Sudamérica. Sin embargo, las cifras del Caribe continúan siendo preocupantes.

Por otro lado, la región sigue registrando el costo de la dieta saludable más alto en comparación a otras regiones del mundo, cifra que alcanza los 4,56 dólares PPA diarios por persona, mientras que el promedio mundial es de 3,96 PPA dólares. Como consecuencia, 182,9 millones de personas no pueden acceder a este tipo de dietas en nuestra región.

En 2022, a nivel regional, un 27,7 porciento de las personas no pudieron acceder a una dieta saludable. El 50 porciento de la población del Caribe no tuvo acceso a una dieta saludable debido a su alto costo; en Mesoamérica, la cifra corresponde al 26,3 porciento y en Sudamérica al 26 porciento.

La amenaza

Al mismo tiempo, este informe se concentra en el fomento de la resiliencia frente a la variabilidad del clima y los eventos extremos para la seguridad alimentaria y la nutrición. El reporte busca apoyar a los países en la elaboración de políticas públicas para fortalecer la resiliencia de los sistemas agroalimentarios, permitiendo la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 (Hambre Cero). 

El reporte concluye que 20 países de la región tienen alta exposición a eventos climáticos extremos, mientras que 14 se han definido como vulnerables frente a los mismos. Al analizar los países afectados (que presentan una combinación de ambas categorías) se observa un aumento del hambre de 1,5 puntos porcentuales, lo que representa un desafío para que la disminución de la prevalencia de hambre e inseguridad alimentaria de la región en los últimos dos años pueda ser una tendencia para acelerar el cumplimiento de las metas del ODS2.

Gualeguay21

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