La educación pública en el delta entrerriano
El delta entrerriano, y su entramado de cursos de agua, se concentra mayormente en el departamento Islas, con Villa Paranacito como cabecera. A pesar de las contingencias naturales, económicas y sociales, la educación pública allí llega a todos sus rincones.
El invierno es más invierno en el Paranacito, aguas abajo. Los arroyos y las sombras lo hacen más duro, pero el sacrificio conjunto de alumnos, padres, docentes y no docentes logra que a lejanos parajes lleguen Lengua, Matemáticas, y todo el espectro curricular.
Todos, unos en la lancha escolar, otros a remo o en lancha propia, llegan por caminos de agua hasta las diferentes escuelas: la 5 y la 6 en el arroyo Brazo Chico, la 7 en el arroyo Negro, la 14 en el arroyo Santo Chico, la 20 en el arroyo Martínez, la 21 en el arroyo Brazo Largo, la 23 en el arroyo Sauce, y la 4, también en el Brazo Largo, a poquito del Paranacito.
Ocho ejemplos que demuestran que llegar con derechos a lo más recóndito del territorio es posible cuando confabulan para ello las voluntades y los compromisos, indiferentes a los números del presupuesto.
De ejemplo valen dos casos. A la escuela 5, sobre el arroyo Brazo Chico, van nueve gurises, donde Jorgelina, todos los días, brinda contenidos a tres de primer ciclo y uno de jardín, mientras a la escuela 20, allá en el arroyo Martínez, Mercedes dicta clase para 3 de los 20 matriculados.
Es más, esa escuelita islera es la única que tiene jardín maternal, al cual llegan por río 7 criaturas de la zona.
De este modo, los gurises de familias que viven de lo que queda de la actividad de aserraderos, de la pesca formal e informal, de alguna actividad rural, o de la actividad estatal, logran acceder a la educación pública.
No es una cuestión de determinar de quien son los méritos de esto, sino de reconocer que cada uno hace lo suyo con gran sacrificio, con una gran vocación de servicio, y verdaderamente comprometidos con los gurises.
La perla del delta
La lancha, manejada por Daniel y Facundo, nos llevó hasta la escuela 4, en la isla 9, junto a docentes y alumnos, muchos recogidos durante el recorrido. El frío no detuvo ni a grandes ni a chicos. Ni siquiera a los gurisitos que, embufandados hasta las orejas esperaban la lancha sobre los muelles ribereños.
Alrededor de las 8:30 horas, la lancha, del tipo colectivo de los años 60, potenciada con un Bedford gasolero, se estacionó en el muelle de la escuela, mientras un par de mamás amarraban los botes con que traían a sus criaturas.
Rápidamente, la gurisada se encaminó derecho al comedor, donde Rosa, la cocinera, con Lili, su ayudanta, los esperaban con leche chocolatada caliente y budines. Al mismo tiempo, Vanesa, la directora, recibía a papás y mamás que venían a buscar los boletines de sus alumnos, y, de paso, abordaban temas importantes: cuestiones de convivencia y la organización del 97 aniversario de la escuela, en agosto próximo.
Recuperados los cuerpitos gracias al reparador desayuno, todos bajaron al patio central para formarse e izar la bandera. Cumplido ese acto, cada uno fue a su aula para comenzar la jornada educativa.
El jardín por un lado, el primer ciclo por otro, y el segundo por el suyo. Cada uno con su maestra. Una matrícula total de 31 alumnos, que no por ello dejan de recibir educación física con Sabrina, música con Mauro, tecnología con Claudia, títeres con Erica, huerta con Mariela y reciclaje con Eugenia.
Pasa que la escuelita califica como Centro de Actividades Infantiles, CAI, con horario extendido los lunes, martes y jueves, a la vez que cuenta con el importante aporte de Verónica, una maestra orientadora integradora, MOI, y la de un maestro comunitario puente y tallerista, lo cual, junto a la valiosa contribución de Ingrid, una docente jubilada de la zona, permite conformar un servicio educativo completo para sus alguito más de treinta tesoros.
La escuela 4 se lo merece, ya que es la primera de la zona, creada en 1921, en pleno auge del delta. Es más, allí mismo, donde el Paranacito y el Brazo Largo se encuentran, tuvo lugar el epicentro del desarrollo en aquellos años. Por eso mismo, junto a la escuela, se levanta el viejo club, el cual aún reúne a los vecinos de la zona en su cancha de bochas.
Aquel apogeo del siglo pasado sufrió los embates de las crecientes y de la ausencia de políticas que promovieran el desarrollo de la región, razón por la cual está comunidad sufre una continua emigración, aunque, últimamente, no son pocos los foráneos que adquieren propiedades de fin de semana, aprovechando la lejanía del mundanal ruido.
Entre toda esta historia, la Seño Jime dicta clases a su jardineritos, mientras la Seño Vero y la propia directora hacen lo propio con el primer y segundo ciclo, a la vez que Leni y Julio capacitan a mayores en oficios como marroquineria y corte y confección.
De este modo, las familias, desparramadas en este universo de arroyos, la más alejada a 15 minutos de bote, reciben la educación pública en todas sus formas.
Pero el compromiso de la escuela 4 va aún más allá.
Por un lado, su compromiso con el pasado, con su identidad, contando con un museo, bautizado Alberto Inchauspe, en honor a un ex alumno del establecimiento, donde rescatan herramientas, complementos, material didáctico y demás objetos que testimonian su origen.
Por otro lado, su compromiso con la fe, materializada en una sencilla pero cálida capilla, decorada con los 13 estados del Vía Crucis recreados en el río.
Por último, su compromiso con el futuro, presente en el tratamiento de los residuos como en la aplicación del reciclado, la cual se puede apreciar en los juegos, en los decorados y en el mobiliario.
El mediodia sorprendió a todos, incluidos los papás, con un suculento plato de fideos con tuco, seguido de una porción de gelatina, y, solo por esta vez, porque jugaba la selección contra Nigeria, todos quedaron liberados para irse a sus casas.
El Bedford toció un par de veces mientras el barco se iba llenando de pasajeros, para luego perderse aguas arriba, solo hasta mañana. El es testigo del compromiso del cual es parte cada día.
Norman Robson para Gualeguay21