16 mayo, 2025 9:11 pm
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Las cinco perlas del Baby


En la mañana de hoy, Infobae publicó una jugosa entrevista realizada por la periodista Tatiana Schapiro al controvertido colega Baby Etchecopar, donde este vierte algunos conceptos tan subversivos como ciertos.

BLANCO-NEGRO

De la extensa nota publicada en el portal de dicho medio, Etchecopar no desliza sino que expone con acida contundencia su visión actual de la justicia, de la política pública, del narcotráfico, de la inclusión y de la inseguridad.
La justicia del zapping
A lo largo del entretenido diálogo, Baby dice que la tele se transformó en tribunales y que los tribunales en un circo, ya que los jueces se muestran más interesados en aparecer en la tele, mientras ésta funciona como un tribunal expeditivos donde a la mañana te exponen las denuncias, el cholulismo chimentero de la siesta celebra el juicio, y a la noche un panel de reconocidos dicta la sentencia.
Vale destacar que, salvando las odiosas e irrespetuosas comparaciones, la institución judicial no está lejos de caer en un vedetismo livianamente amoral muy alejado del rigor de las viejas togas, mientras que la sociedad, no lerda pero si perezosa, opta por la comodidad facilista de la condena pública a través de la pantalla.
El síndrome del papá ausente
Promediando la nota de Schapiro, Baby sostiene que quienes gobiernan son al pueblo como los padres irresponsables y viciosos son a sus hijos, prefiriendo que hagan lo que quieran mientras no lo molesten, y atribuye a esto la proliferación de tantos recitales gratuitos, a la vez que entiende que a la gente no hay que entretenerla, sino avivarla.
Definitivamente, la visión de Etchecopar sobre la filosofía política del gobierno es indiscutible, pero convengamos que avivar al pueblo nunca, ni antes ni ahora, fue un buen negocio para el poder.
Zona narcoliberada
Más adelante en la entrevista, Baby asegura creer que al narcotráfico alguien le dio la llave para entrar, y argumenta ésto preguntándose cuál es la lógica de que Gendarmería y Prefectura, en lugar de cuidar las fronteras por donde ingresa la merca, están pidiendo documentos en las rutas y calles del país.
Si bien no podemos aseverar una asociación ilícita entre narcos y cuadros del poder, si se puede ver que quienes deben controlar esto no están donde deben estar y, en lugar de ello, están reprimiendo el derecho a manifestarse de los trabajadores.
Sin lugar a dedos, a propósito o no, este escenario de no control facilita que los narcos se muevan con comodidad.
Una inclusión muy exclusiva
En otro tramo del rico diálogo, Baby se manifiesta cansado de ver cada vez más pobres mientras desde la presidencia hablan de inclusión, destacando que lo que hay afuera es una gran exclusión, solo imaginando inclusión dentro de guetos de pobres, mientras que su concepción de inclusión es la del estado de derecho.
Nuevamente, Baby no se equivoca, ya que la percepción de quienes estamos en la calle, y de las instituciones sociales que viven la realidad, es que cada día la exclusión es mayor y los números del discurso oficial rayan la farsa.
Promoción de la inseguridad
Por último, cuando Schapiro le recuerda lo que le pasó y le pregunta su balance de tan traumática instancia, Baby insta a volver a ganar la calle, ya que entiende que, en estos diez años, el gobierno ha hecho que la perdamos en manos de lo que él llama Ejército de las Tinieblas, refiriéndose a grupos de hambreados que salen a la caza de todo lo que esté vivo, almácigos de pobres criados por el poder para ser explotados en diferentes aspectos, sicarios del hambre.
Más allá de los violentos conceptos, es indudable que el ciudadano cada vez cede más espacios públicos ante el avance de una suerte de hordas marginales nutridas por las estructuras paralelas del Estado y sometidas por sus urgentes necesidades.
Conclusión
Como conclusión libre de prejuicios sobre el perfil del entrevistado, se puede manifestar que, más allá de las provocadoras formas, las visiones y conceptos de Baby sobre el escenario actual en cuanto a justicia, política pública, narcotráfico, inclusión e inseguridad son, en esencia, indiscutibles.
Norman Robson para Gualeguay21