No se olviden de Cabezas, 28 años después

Un día como el del pasado sábado, hace 28 años atrás, la Policía de la Costa Atlántica encontró en una cava de Pinamar, en plena temporada, un auto incendiado con un cuerpo adentro. De ese modo comenzaba a descubrirse el crimen que se convertiría en un símbolo doloroso de la historia del periodismo argentino. Desde entonces, como muestra de consciencia, se hizo famosa la imagen del reportero gráfico acompañada con la frase “No se olviden de Cabezas”.
La investigación de entonces arrojó que todo había comenzado el año anterior. En 1996, el reportero gráfico José Luis Cabezas había fotografiado al entonces enigmático empresario postal Alfredo Yabrán mientras éste caminaba por la playa. Aquellas imágenes fueron tapa y contenido de la revista Noticias del 3 de marzo de ese mismo año, en la cual se expuso una investigación sobre sus negocios.
Aquella afrenta habría caído muy mal a Yabrán, quien encomendó a su lugarteniente y jefe de seguridad, Gregorio Ríos, que hiciera algo al respecto. Éste exmilitar arbitró lo necesario con el policía bonaerense Gustavo Prellezo y le encargaron a la banda de Los Horneros darle una lección al fotógrafo. El momento sería en la temporada, en Pinamar.
Así fue que, el 25 de enero de 1997, en esa localidad de la Costa Atlántica, Cabezas fue interceptado por Los Horneros, maniatado y, arrodillado, fue ejecutado de dos disparos en la nuca. Hecho eso, lo metieron dentro del Ford Fiesta en que se conducía, y lo incendiaron con él sentado adelante.
El hecho rápidamente tomó estado público potenciado por la indignación del periodismo nacional, y se instaló como el tema del verano argentino. El crimen fue conociéndose en detalle conforme fueron pasando los días y las semanas. Finalmente, la responsabilidad de Yabran quedó demostrada, y ordenaron su detención. Al enterarse, el 20 de mayo de 1998, Yabrán se suicidó.
En definitiva, fueron acusados, procesados y condenados a prisión perpetua por el crimen de Cabezas policías, miembros de Los Horneros y el jefe de la custodia de Yabrán, pero luego sus sentencias fueron reducidas y hoy no queda ninguno en prisión.
Solo queda insistir: No se olviden de Cabezas.
Norman Robson para Gualeguay21