En Gualeguay21 lamentamos profundamente que alguien pueda verse afectado por cualquiera de nuestras publicaciones, tal como ha ocurrido con una nota editada semanas atrás sobre la investigación periodística de una causa penal de violencia de género. Por esta razón, por invitación de la Justicia, pedimos especiales disculpas a quien resultara afectada por el tenor de la misma.
Frente al primer fallecimiento en Entre Ríos de una persona con coronavirus se restableció la estéril discusión sobre si el virus fue o no fue el responsable de la muerte. Si bien es un dato útil solo a las estadísticas, también puede servir para una adecuada ponderación del impacto del contagio en los grupos de riesgo.
En la noche del lunes, como director de Gualeguay21, fui notificado por la Jueza de Garantías, Dra. Alejandra Gómez, de que, de inmediato, debía bajar del sitio la nota "Caso Díaz: verdades, fantasías y sospechas", por entorpecer la investigación y ejercer violencia de género. Me había denunciado el fiscal, en nombre de la supuesta víctima, del querellante y de una feminista. Un alevoso apriete que atenta contra la libertad de prensa.
La crisis sanitaria mundial sumergió al planeta en una profunda crisis económica, de la cual quedará un nuevo mundo, marcado tanto por nuevas costumbres sociales, como por un nuevo modelo económico. Pero, primero, habrá que superar este proceso que enfrentamos.
Sin lugar a dudas, la situación económica de la provincia es desesperadamente crítica y al Gobernador, no solo que no le cierran los números, sino que cualquier proyección a futuro le da escalofríos. Se le desmoronó la recaudación, así como se le van desmoronando las esperanzas de que la Nación pueda salvarle la situación. "¿Y ahora quién podrá ayudarnos?", dicen que se pregunta.
Al igual que el Gabo García Márquez escribió su obra maestra Cien Años de Soledad, yo voy a escribir mis cien días de soledad. No es la historia de los Buendia en Macondo, sino la historia de los argentinos en una interminable y aún incomprensible cuarentena, y la soledad que provocan el miedo, la incertidumbre y los gobiernos indiferentes a la realidad de sus pueblos.
Más allá de que nos convenzan de que el desorden es culpa nuestra, las leyes son claras y alcanzan tanto a los que las violan como a los que miran para otro lado para no actuar, mientras que los ciudadanos que callan frente a esto son meros cómplices de todos los anteriores.
La vida es una gran película donde cada uno tiene sus papeles, y, en todas, siempre hay un malo. Un papel que siempre es secundario, y que, como todos los de esta película, se interpreta sin libreto, sin dobles, sin efectos especiales, y, lo peor, sin la posibilidad de repetir la escena. Cumplir con el papel de malo, improvisando, y sin otra oportunidad, es todo un desafío.
Muchos podemos coincidir en valorar el lugar fundamental que está teniendo la familia en este tiempo de cuarentena y aislamiento. Desde la contención afectiva y emocional, hasta los lazos solidarios para con quienes están en peor situación por las crisis laborales y sociales.
Como todo hijo de los Tiempos Oscuros, he visto sufrir, en vivo y en directo, cuando no en carne propia, la angustia de no poder expresar lo que uno siente o piensa. También he visto los costos de hacerlo desafiando el Poder. Creo que, por eso, he aprendido a valorar los derechos tan costosamente reconquistados. Tal vez por eso, los abusos de hoy me sublevan y me ponen intolerante.
Hecha le ley, hecha la trampa. Leyendo el último decreto municipal, y su similar provincial al que adhiere, se puede descubrir la trampa a la que ha recurrido el Intendente local para eludir su responsabilidad de gobernar. A través de un artículo, Bogdan apela al concepto de "responsabilidad social individual" para evitar cumplir con su trabajo.
Hace ya muchos años, los sueños, las ideas, el compromiso y la militancia partidaria me hicieron conocer a muchos hombres y mujeres, con los cuales compartimos muchos años de nuestras vidas, y una de esas personas fue Alejandro Bonson.
La realidad actual de la pandemia es la de una crisis sanitaria combinada con la resultante crisis económica, cuyos desarrollos aún no sabemos cuáles serán. En esta incertidumbre, proyectar hacia adelante cualquier actividad puede generar muchas dudas y temores, pero éstos pueden servir para nutrir una concepción más cierta de la realidad que hoy vivimos.
Es medianoche y está pasando un nuevo Día del Periodista. Muchas y reconfortantes fueron las caricias en este día, pero, al reflexionar, creo que, más allá de los reconocimientos, la sociedad no tiene una conciencia cabal sobre la importancia de la información como fuente de conocimiento, ni del valor de ese conocimiento como herramienta de poder, ni del papel del periodista en todo eso.
Es medianoche y está pasando el Día del Periodista. Muchas y reconfortantes fueron las caricias en este día, pero, al reflexionar, creo que, más allá de los reconocimientos, la sociedad no tiene una conciencia cabal sobre la importancia de la información como fuente de conocimiento, ni del valor de ese conocimiento como herramienta de poder, ni del papel del periodista en todo eso.
Hoy es 7 de junio, día del periodista, y, seguramente, todos hablaremos de periodismo y pandemia. No voy a romper esa tendencia. El coronavirus nos golpeó a todos. A todos. No dejó nada sin afectar. Pero, como bien dicen, no hay mal que dure cien años, ni mal que por bien no venga.
Segun se pudo saber, la legislatura provincial baraja un proyecto de ley del oficialismo por el cual se declarará al turismo en estado de emergencia. Hasta ahí todo bien, pero una lectura del mismo desnuda aspectos lamentables que desnudan la indiferencia de algunos legisladores respecto de una de las actividades económicas más importantes de la provincia de Entre Ríos.
Milena Berlatzky llegó a los Tribunales de Paraná, participó en la convocatoria para reclamar justicia por Julieta Riera y cuando volvió a su casa, escribió este texto para explicar lo que siente una mujer marchando.